Se trata del norte de la provincia de Buenos Aires, sur de Entre Ríos, sudoeste y centro oeste de Santa Fe. Hasta el momento hubo dos muertos y cientos de evacuados.
El fuerte temporal afectó a 2000 habitantes de esas provincias, mientras que aún son más de 500 las personas que todavía siguen evacuadas e intentan regresar a sus casas.
El promedio de agua caída superó dos veces lo que suele llover en diciembre en la zona, provocando además grandes daños en infraestructura, viviendas, cortes de rutas.
Sin dudas el saldo más triste fue la muerte de una mujer de 49 años en Gualeguaychú, quien sufrió una descarga eléctrica cuando ingresó agua en su casa, en el barrio Zabaleta. Y también falleció un hombre en Ramallo cuando su auto se despistó y cayó a un canal.
Una de las ciudades más afectadas es Pergamino, en donde el intendente local, Javier Martínez, comunicó que “el agua ha comenzado a bajar. Estamos pensando en el regreso a los hogares. Queremos que los pergaminenses pasen el fin de año con sus familias”.
En tanto, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y el director de Defensa Civil, Luciano Timerman, se reunieron con el intendente de Arrecifes, Javier Olaeta, y asistieron a dos centros de evacuados donde hay 250 personas.
La fuerte crecida del río Salado es lo que retrasa el escurrimiento del agua que, por otra parte, podría complicar los cultivos de la zona. En ese sentido, la Federación Agraria Argentina señaló en las últimas horas que la falta de obras aguas arriba del arroyo Pergamino y la cuenca del río Arrecifes son las principales causas de las inundaciones en el norte bonaerense.
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