
En México y Chile, respectivamente, son el 22,1 y el 19 por ciento. La mayoría son mujeres.
Desde 1999 se les dice “nini” a los jóvenes que no tienen “ni trabajo, ni educación, ni formación”, como traducción al español de la frase inglesa “not in employment, education or training”. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) acaba de publicar un informe sobre la incidencia de los “ninis” en la realidad social.
La OCDE es un grupo de 35 países conocido como el “club de los países ricos” debido a que reúne a los más desarrollados con el objetivo de armonizar políticas para maximizar el crecimiento económico.
En el informe, Chile y México, los únicos dos países latinoamericanos presentes en la OCDE, figuran entre los seis países con más jóvenes “ninis”, entre los 15 y los 29 años. Turquía lidera el grupo con el 29,8 por ciento, seguido por Italia (26,9 por ciento), Grecia (24,7), España (22,7) y finalmente México con el 22,1 por ciento y Chile con 19 por ciento.
Cuando se analizan los datos se recaban indicaciones para las políticas sociales. En el caso de Chile, el porcentaje de “ninis” en la última década ha caído pasando del 23,6 por ciento en 2009 al 19 el año pasado, aunque la OCDE señala que sigue siendo un valor elevado que triplica el promedio de los países con mejor resultado.
Entre 2007 y 2015 Chile aumentó su tasa de empleo en 20 puntos, mientras que en el resto del mundo el empleo juvenil mejoró en 8 puntos. Las mujeres son las que llevan la peor parte puesto que tienen una probabilidad dos veces mayor de ser ninis que sus compatriotas hombres. El 22 por ciento de las jóvenes no estudian por razones de embarazo o maternidad.
También en el caso de México, las mujeres tienen más probabilidades de ser ninis, hasta 4 veces más. Menos de la mitad de las madres de niños entre tres y cinco años tienen un trabajo. Si bien el total de ninis ha ido cayendo, en 2008 eran el 24 por ciento, se señala que el porcentaje del 22,1 es muy elevado.
El resultado ha sido relacionado con el bajo nivel de inversión en educación por cada estudiante del país. El nivel de deserción escolar es muy alto, una tendencia contraria al resto de los países de la OCDE. Se estima que más de la mitad de los jóvenes mexicanos no completó la educación media superior. Lo que hace difícil encontrar empleo incluso cuando, como en México, la demanda de trabajadores está en expansión.
Para un estudio del Banco Mundial, uno de cada cinco jóvenes del continente, representando más de 20 millones de personas entre 15 y 24 años de edad, ni estudia ni trabaja. “A pesar del buen desempeño económico de la región durante la primera década del siglo, con altas tasas de crecimiento y una reducción significativa de la pobreza y la desigualdad, la proporción de ninis descendió sólo marginalmente, mientras que el número total de ninis aumentó”, puesto que en 2010 eran 18 millones.