Por 55 votos contra 22, Dilma Rousseff quedó suspendida de su función de presidenta durante un máximo de 180 días. Las funciones de gobierno pasaron al vice presidente Michel Temer.
La Cámara Alta brasileña decidió anoche avanzar en el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff, quien quedó apartada de su función por un máximo de 180 días. Los votos a favor del proceso de impeachment fueron 55, mientras que 22 senadores se opusieron sosteniendo que la mandataria cometió una falta menor, administrativa, corriendo partidas presupuestales de un ejercicio a otro y permitiendo que fueran cubiertas con fondos de bancos públicos.
La sesión se desarrolló en la sede del Legislativo, en Brasilia, en medio de manifestaciones a favor y en contra de la presidenta, que también se realizaron en San Pablo. En ambos casos, las fuerzas de seguridad mantuvieron separados a los manifestantes para evitar incidentes. El presidente del Senado, Renan Calheiros, supo conducir la discusión sin permitir los excesos que se produjeron en las declaraciones de voto de la Cámara de Diputados, aunque fue una sesión tensa y extenuante. Pudieron intervenir durante 15 minutos todos los legisladores que lo quisieron.
Los poderes de Gobierno han pasado a manos del vice presidente Michel Temer, otrora aliado de Rousseff hoy su principal adversario, quien ya había ido conformando un gabinete para esta eventualidad.
En estos meses, se celebrarán sesiones para discutir si hubo o no un “crimen de responsabilidad” en la actuación de la mandataria. Un tema que ha separado las aguas incluso entre los juristas, aunque muchos incluso desde el exterior han evidenciado lo endeble de la acusación frente al peso de una presidenta cuyo mandato ha sido respaldado por 54 millones de votos. Se estima que para octubre debería llegarse a una votación al respecto, que no será por mayoría simple. La actividad de Dilma Rousseff quedará sumamente limitada, incluso en el plano de los recursos que se le asignarán, en espera de la decisión final. Ha anunciado que no renunciará y que seguirá en su batalla.