A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia, el presidente convirtió a la Secretaría de Deportes en una Agencia de Deporte Nacional (ADN).
Así como siempre se ha considerado a la promoción del deporte como una política pública necesaria para el crecimiento y desarrollo de las nuevas generaciones, además de potenciar el nivel del alto rendimiento en las competencias internacionales, también es cierto que se ha vuelto común el manoseo y manipulación de los organismos que nuclean a los deportistas a nivel nacional.
Son temas que salen a la luz cuando se acerca alguna actividad olímpica, sea continental o mundial, momentos en donde muchas veces se habla de los éxitos de los atletas “a pesar de…” o los fracasos “por culpa de…”. No obstante, la decisión presidencial del convertir a la Secretaría en una Agencia abre nuevamente el debate sobre el rol que se le quiere asignar al deporte dentro del Estado y cuáles son los intereses que hay detrás.
Desde que asumió Carlos Mac Allister en la Secretaría, una vez iniciado el mandato de Macri, se acusaba a la gestión anterior de corrupción dentro de los diferentes órganos vinculados a ese órgano estatal. Y ahora, con este Decreto (Nº 92/2019) se especula con una ola privatizadora del deporte que podría desmantelar los bienes del Estado destinados a la práctica deportiva, sobre todo en el alto rendimiento.
Uno de los focos de esta decisión presidencial está puesta en “lograr la utilización racional de los recursos públicos para potenciar una gestión más eficiente”, mientras que uno de los puntos en los que habrá que prestar atención será la cláusula que explica que serán posibles “las ventas, locaciones u otras formas de contratación de sus bienes muebles y servicios”, abriendo la posibilidad de rematar la infraestructura que utiliza la comunidad deportiva.
En este sentido, esta aclaración va en la línea de las especulaciones que se vienen haciendo desde hace meses y que tiene que ver con las intenciones del gobierno nacional y de la Ciudad de vender las tierras del CeNARD en el barrio de Núñez (11,5 hectáreas) para generar negocios inmobiliarios privados.
Una vez más, el deporte parece ser utilizado como pantalla para intereses personales o de terceros, pero lejos de los principales necesitados, las nuevas generaciones que podrían encontrar en el deporte un camino de crecimiento y desarrollo y de los deportistas que hacen “magia” muchas veces para entrenar y llevar lo más alto posible la bandera argentina en una competencia olímpica.
El lineamiento general de las acciones de este gobierno es desmantelar todo lo que haga al bien común, la fortaleza del estado, la gratuidad. La orientación es completamente antagónica a la concepción de Patria-Comunidad. Destruir el rol del estado como regulador y armonizador del bien común es negar los fundamentos de la democracia y la Constitución Nacional. Es la negación de la razón de ser del ESTADO MISMO. La concepción shopping de la dinámica colectiva es inaceptable y violatoria de los DERECHOS UNIVERSALES DE LAS PERSONAS.
Que triste cuando se desarma algo que fue y será tan importante para la sociedad ,ojalá vuelvan atrás con semejante e infame decisión ,y si no lo hacen que todos los organismos del estado controlen que van a hacer y si realmente hay intereses oscuros la justicia no les permita hacerlo ,esto es aberrante