El Gobierno debe reubicar más de 7.600 familias que hoy se albergan en refugios transitorios o en casas de parientes.
El Gobierno de Ecuador anunció la puesta en marcha de un plan de vivienda y de apoyo a los damnificados de la zona costera azotada el 16 de abril por un terremoto de magnitud 7,8. El sismo provocó la muerte de 660 personas y daños a las viviendas de más de 7.600 familias, además de afectar la economía de una región con vocación turística. Las provincias afectadas son la de Manabí y el sur de Esmeraldas.
El propio presidente Rafael Correa, anunció que se trata de un programa que actúa en el corto plazo para que los damnificados, ahora en albergues temporales, puedan alquilar viviendas o ubicarse en hogares de familias que los acojan. Sucesivamente, en el mediano plazo, el plan contempla la entrega de bonos para la construcción de viviendas permanentes, con criterios antisísmicos, en zonas seguras y con todos los servicios básicos.
Correa señaló que el programa se financiará con fondos de contingencia ofrecidos por organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los que en su momento prometieron recursos por 160 millones de dólares para intervenir en la zona afectada.
El mandatario destacó además la necesidad de un catastro de damnificados y la reubicación de las familias que habitaban las zonas de riesgo en sectores seguros. El plan apunta a que la personas puedan contar cuanto antes con una vivienda digna y abandonar los refugios temporales.
Correa precisó que el plan de reconstrucción consta de la entrega de un bono de 10.000 dólares para la realización de “viviendas sociales”, con un aporte de 1.000 dólares por parte del afectado, cuya contribución será facilitada con 36 cuotas y un año de gracia. El aporte estatal sube a 11.200 dólares en caso de familias que tengan personas con discapacidad.
En caso de viviendas que hayan sufrido daños menores, habrá una contribución del Estado de hasta 4.000 dólares, mientras que el aporte del damnificado será de 400 dólares. En caso de familias de clase media y alta que quieran adquirir una nueva vivienda de hasta 70.000 dólares, el Estado contribuirá con un bono de 9.000 dólares.
Para soluciones de corto plazo, en caso de alquilar una vivienda o un departamento, el Estado contribuirá con un bono de hasta 135 dólares. Asimismo, en caso de ser recibidos por los propios familiares, la familia que acoja a sus parientes recibirá un bono alquiler, más una ayuda en dinero para los servicios básicos y la alimentación durante los próximos tres meses, gracias a una ayuda del Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Los esfuerzos del Ejecutivo apuntan a acelerar la reconstrucción y la reactivación económica de la zona. En su momento, el propio presidente Correa, estimó en unos 4.000 millones el costo de la reconstrucción para las arcas públicas.