Para muchos economistas, lo oportuno de observar con atención el universo de los deportes es que las estadísticas están ahí, al alcance de la mano.
Así lo afirma Steven Leavitt, autor de Freaknomics, ya que en el campo de la economía del comportamiento y la teoría de juegos, la alta competencia permite analizar las decisiones tomadas bajo presión en un saque, una volea o un revés.
Esto nos invita a preguntarnos qué sucede con el universo laboral cuando se instala una tecnología que modifica las reglas de juego, tal el caso de la Inteligencia Artificial.
Jonathan Hall, economista de Toronto, ahondó al respecto en un trabajo publicado en septiembre de 2021, bajo el título “Cambio tecnológico y habilidades obsoletas”, centrándose el tenis profesional masculino de fines de los 70. En aquel entonces, habían irrumpido en el circuito unas nuevas raquetas que reemplazaron a las de madera. Se trató de un compuesto de grafito y aluminio, que provocó una veloz modificación en los hábitos de los tenistas: este cambio se vio reflejado en los palmarés: el último Grand Slam conquistado con raqueta de madera, fue en el año 1983.
Un “cambio tecnológico inesperado” puede lograr que ciertas habilidades de algunas personas las promuevan exponencialmente y que otros jugadores desciendan varios peldaños en la nueva escala.
El trabajo citado indica que la modificación de las raquetas benefició a los jugadores jóvenes, más permeables a las modificaciones, frente a la rigidez de otros “consagrados”.
En el veloz tenis que se desarrolla en este siglo, el saque tiene una enorme ventaja: la de sorprender con la trayectoria de la pelotita. La estrategia óptima del jugador que tiene el servicio, no es la de la fuerza bruta, sino la de imitar el azar, como para sorprender al rival.
Pero esta aleatoriedad, omnipresente en la naturaleza, no es sencilla de lograr para las personas. Será cuestión de no tener miedo de repetir largas frecuencias de sucesos, tal como sucede en la vida. De este modo, evitaremos parte de nuestros sesgos, que nos llevan a distorsionar la mirada que tenemos de la realidad, pero esa es otra historia.
¡Cambio de lado!
Fuentes:
http://individual.utoronto.ca/jhall/documents/Fillmore%20Hall%20-%20Labour%20-%20WP%20-%202021.pdf
