Sería a cambio de seguridad. Estaría dando resultados el deshielo entre las dos Coreas y se abre un espacio para dialogar también con la Casa Blanca.
El proceso de deshielo entre las dos Coreas avanza. La iniciativa de invitar a los norcoreanos a participar de las Olimpíadas invernales realizadas en Corea del Sur está dando resultados al abrir la puerta de un diálogo prometedor.
Para fines de abril, los dos Gobiernos han acordado celebrar una cumbre en la aldea de Panmunjom, en la zona desmilitarizada que separa los dos países. El líder norcoreano Kim Jong-un estaría dispuesto a conversar sobre desmantelar sus armas nucleares con los Estados Unidos y, mientras se dialoga, a congelar su programa de armamento.
Se trata de un giro de 180 grados respecto a hace tan solo tres meses, cuando Corea del Norte realizó su última prueba de un misil nuclear, en medio de un intercambio polémico de desafíos, amenazas y hasta insultos entre su líder y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
La confirmación de la reunión para fines de abril fue confirmada por el consejero de seguridad nacional surcoreano, Chung Eui-yong, jefe de la delegación de alto nivel -el más alto en una década-, que este lunes se reunió con Kim Jong-un en la capital norcoreana. En un comunicado conjunto se anuncia que “la parte norcoreana ha expuesto claramente su disposición a la desnuclearización” y “ha dejado claro que no tendría razón para mantener armamento nuclear si la amenaza militar contra el norte se eliminara y se garantizara su seguridad”.
Se trata de un avance impensable hasta hace poco. Corea del Norte siempre ha afirmado que no renunciará a su armamento nuclear porque lo considera su garantía de supervivencia. Sin embargo, acepta una condición clave que en varias oportunidades la Casa Blanca había solicitado para sentarse a dialogar.
“El Norte ha expresado su disposición a mantener un diálogo sincero con Estados Unidos sobre desnuclearización y la normalización de relaciones”, según el comunicado. “Ha dejado claro que mientras continúe el diálogo, no intentará provocaciones estratégicas tales como pruebas nucleares o de misiles balísticos”. La delegación surcoreana viajará en los próximos días a Washington, para informar a las autoridades estadounidenses sobre el resultado de sus contactos con el Norte.
Pero ese es el diálogo con los norteamericanos. Mientras tanto, las dos Coreas seguirán avanzando en su propio deshielo. Para preparar la cumbre, la primera en once años y la tercera de la historia entre los líderes de la península, los dos países establecerán una línea de comunicación directa. Moon y Kim conversarán por teléfono antes de reunirse. Será la primera vez desde la división de la península que un líder del norte pisa suelo perteneciente al sur.
En oportunidad de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang el mes pasado, los dos países acordaron desfilar juntos y presentar un equipo conjunto de hockey femenino, y el norte participó con una nutrida delegación de atletas, músicos y animadoras. En estas semanas ha habido delegaciones de ambos países que han realizado visitas recíprocas.