Es la tercera vez en la historia de los Estados Unidos. El Senado actuará como jurado, conducido por el presidente de la Corte Suprema.
Este martes arranca formalmente en el Senado estadounidense el proceso de impeachment o juicio político en contra del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acusado por legisladores demócratas de abuso de poder y de obstrucción al Congreso. La jornada es tildada por los medios de comunicación nacionales de histórica, ya que solo hay dos precedentes de jefes de Estado que se hayan enfrentado a este proceso: Bill Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869). Un intento de impeachment contra el presidente Richard Nixon terminó cuando el mandatario dimitió, acusado de espiar a sus adversarios políticos por el famoso caso Watergate.
Pese a la expectación generada y el contexto de aguda división política, el resultado del juicio político es previsible que sea favorable a Trump, dado que los republicanos tienen mayoría en el Senado, donde se precisa una mayoría de dos tercios, 66 votos sobre 100 para destituir al presidente.
El primer cargo contra Trump contempla que “en su conducta como presidente… ha abusado de los poderes de la Presidencia”. La segunda acusación, de obstrucción al Congreso, asegura que “sin motivo o excusa legal, el presidente Trump ha ordenado a agencias, oficinas y funcionarios del brazo Ejecutivo no cumplir con las citaciones del Congreso” a posibles testigos para que declararan durante la investigación para iniciar el juicio político.
El histórico proceso se hizo posible luego de que los senadores prestaran juramento el jueves para convertirse en el jurado del proceso. Los miembros de la Cámara Alta oirán los argumentos durante seis horas al día, seis días a la semana, en un ejercicio que está presidido por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y donde los 100 senadores actuarán a modo de jurado.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, propuso ayer lunes un calendario comprimido para el juicio político, que podría llegar a su fin a finales de la próxima semana si no se presentan pruebas o testigos adicionales. Según informó la agencia de noticias EFE, el plan de McConnell ofrecería un total de 24 horas a los fiscales de la Cámara de Representantes y a la defensa de la Casa Blanca, pero concentrados en dos días, con lo que las jornadas se extenderían hasta la medianoche. A continuación, habría un periodo de preguntas y respuestas de 16 horas, seguido por un debate y una votación acerca de si se debe considerar pruebas y testigos adicionales.
Los republicanos cuentan con mayoría en el Senado de 53 votos frente a 47, por lo que los demócratas necesitarían el respaldo de cuatro senadores republicanos para rechazar la iniciativa de McConnell y prolongar el proceso con nuevos documentos y testigos. La presión pasa ahora a un grupo de senadores republicanos moderados, entre los que la prensa estadounidense ha señalado a Mitt Romney (Utah), Susan Collins(Maine), Lamar Alexander (Tennessee) y Lisa Murkowski (Alaska), quienes podrían abrir la puerta a prolongar el procedimiento, consigna EFE. Esta propuesta será sometida a votación este martes, en el arranque formal del juicio.
Los cargos políticos contra Trump fueron aprobados en diciembre por la Cámara Baja, de mayoría demócrata, tras meses de investigación por parte de los legisladores sobre las presiones del mandatario a Ucrania.
El caso se destapó por una queja de un informante a los servicios de Inteligencia después de una llamada en julio entre Trump y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en que el estadounidense solicitó a Kiev que iniciara pesquisas sobre uno de sus rivales políticos, el ex vicepresidente Joe Biden, actual precandidato demócrata a los comicios de este año, y su hijo Hunter por presunta corrupción en ese país.
Según la oposición progresista, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y la programación de una reunión en la Casa Blanca con Zelenski a su exigencia de que Kiev anunciara públicamente que planeaba investigar a Biden.