En un ranking de 128 países son los que mejor representan a América latina. Les siguen México, Uruguay, Colombia y Brasil.
En el campo de la innovación, Chile y Costa Rica son las dos economías líderes en América latina. El dato se recaba compulsando el Índice Mundial de Innovación publicado por dos reputados centros de investigación en colaboración con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
El estudio compara datos de 128 países, y los primeros lugares son ocupados por Suiza, Suecia, Reino Unido, Estados Unidos y Finlandia. Los dos países latinoamericanos aparecen respectivamente en los lugares 44 y 45 gracias a sus buenos resultados en indicadores sobre instituciones, infraestructuras y desarrollo de empresas, sofisticación en los negocios, producción creativa y en internet.
Más separados aparecen México, en el lugar 61, Uruguay, en el 62, y Colombia en el 63. Brasil ocupa el puesto 69 con resultados positivos en educación, investigación y desarrollo, la calidad de sus publicaciones científicas y una producción de alto nivel tecnológico. En el caso brasileño juegan en contra la calidad de la educación superior (111) y una limitada capacidad para generar resultados en el terreno de la innovación y en la creación de nuevas empresas.
Para redactar el Índice, en su novena edición, se analizan indicadores como la calidad de sus instituciones, el capital humano vinculado con la investigación, la infraestructura, la sofisticación del mercado y de los negocios, el conocimiento y la producción tecnológica, y la producción creativa. Se valora además la “calidad de la innovación”, que toma en cuenta el nivel de las universidades, el número de publicaciones científicas y de solicitudes internacionales de patentes.
“América Latina es una región con un importante potencial de innovación pero que no se aprovecha”, afirman los autores del informe, recordando que no ha habido mejoras significativas en la región en tema de innovación. Posiblemente, una mayor cooperación regional permitiría avanzar en los resultados, incluso en momentos como los actuales, de realidad económica más adversa, como la que experimentan varias economías, comenzado por la de Brasil.
