El domingo 2 de febrero Monseñor Oscar Ojea, presidente del episcopado argentino, presidió en la basílica del Santuario de Nuestra Señora de Luján, la misa de apertura de las celebraciones por el Centenario del nacimiento del Cardenal Eduardo Pironio, quien dejó huellas indelebles en la Iglesia Argentina, latinoamericana y universal.
“Escuchaba como nadie y transmitía mucha vitalidad en cada encuentro” – Así lo expresó Monseñor Oscar Ojea, presidente del episcopado argentino, durante la misa de apertura de las celebraciones por el Centenario del nacimiento del Cardenal Eduardo Pironio, quien dejó huellas indelebles en la Iglesia Argentina, latinoamericana y universal. La misa se celebró en la basílica del Santuario de Nuestra Señora de Luján. Con la Misa, concelebrada por el arzobispo Mercedes –Luján, monseñor Fernando Maletti y varios obispos argentinos, se conmemoraron los 22 años de la muerte del purpurado argentino, el 5 de febrero de 1998.
Una vida abandonada totalmente a la voluntad de Dios
Hablando de la personalidad del Cardenal Pironio, monseñor Ojea, obispo de la Diócesis de San Isidro, reconoció que era “difícil permanecer indiferentes a la seducción de una vida de Fe abandonada totalmente a la voluntad de Dios, unida a una humanidad desbordante de calidez y de ternura”. También destacó la devoción mariana de Pironio: “Hablaba de la Virgen con precisión teológica pero al mismo tiempo con una devoción viva y cargada de afecto”.
En buena parte, la homilía recorrió también la entrega del purpurado al servicio de la Iglesia, primero en Argentina, luego como presidente del CELAM en la Conferencia de Medellín, inaugurada por San Pablo VI y en su paso por el vaticano como Prefecto de la Congregación para la vida consagrada y presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. Y desde esa función, el Card. Pironio, mediante un Decreto el 29 de junio de 1990, entregó a Chiara Lubich la aprobación definitiva de los Estatutos Generales de la Obra de María (Movimiento de los Focolares). “Vivió una filial amistad con Pablo VI y experimento una soledad profunda ante su muerte” – dijo Ojea en su homilía. Al concluir, el obispo pidió al Cardenal Pironio “que siga trabajando desde el cielo por esta Iglesia nuestra y especialmente por nuestro Papa Francisco”.
Una misa por el centenario del nacimiento del Cardenal
Durante la celebración, monseñor Carlos Malfa, Secretario General del Episcopado Argentino brindó información sobre el estado de la causa de beatificación del cardenal, cuya postulación fue presentada por la Conferencia Episcopal Argentina. Finalizada la Misa, se ofreció una oración en memoria del cardenal Pironio ante su tumba implorando brille para él la luz que no tiene fin.
Las celebraciones por el centenario del purpurado argentino están en manos de la Conferencia Episcopal Argentina conjuntamente con la Acción Católica Argentina y la colaboración del Departamento de pastoral para los laicos (Deplai), el Instituto Cardenal Pironio de la Pastoral de Juventud, la Universidad Católica Argentina (UCA) y CLADeES (Centro Latinoamericano de Evangelización Social), entre otros.
Fuente: Vatican News