Asoma la primavera

Asoma la primavera

Arrancamos la primavera, al menos en el hemisferio austral. Es cuestión de agudizar el olfato, porque se sienten otras fragancias, propias de la laureada estación. 

Varios árboles empiezan a llenarse de aves e insectos. Asoman los brotes, los capullos, y pájaros que buscan los elementos para mejorar sus habitáculos. Mientras tanto, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció que plantará mas de 16.000 árboles, sumándolos a los 430.000 existentes!

Tal vez el despertar se deba a este nuevo aire, con el perfume de cada brote, cada capullo inminente, cada golondrina que rebusca la ramita perfecta y el barro mejor para su nido, cada abeja, cada nube en cada charco.

Se necesitan de gentiles árboles para perfumar una ciudad, por caso los tilos. La delicadeza del perfume de ellos contrasta consu longevidad, hay ejemplares de dos siglos.

Toda fragancia inspira recuerdos, pero la del tilo posee una nota única que los fija con precisión inusual, afirma Ariel Torres

El cronista alude a los paraísos, que de pronto mejoran el ánimo, vuelven púrpureo el ambitente. Ariel califica a las magnolias como “raras”. Había una cerca de su casa y su fragancia de misterios regresaba cada año con el calor; entonces se trepaba a la medianera y observaba sus flores inmensas y su aspecto extraño y caviloso. La magnolia parecía siempre distante. Supo mucho después que estos árboles son muy antiguos y que sus flores han estado marcando la llegada del bochorno y las cigarras desde hace 95 millones de años.

Sea como fuere, septiembre es un mes que invita a pensar y observar la naturaleza, y a celebrar los perfumes. ¡Vivamos la vida, de la noche a la mañana!

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/el-arbol-perfumes-nid2173286/

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