La cuarentena del coronavirus tiene al mundo atareado. La mayoría de la población del planeta estamos guardados en nuestras casas, tratando de cuidar la salud de la sociedad.
Otro sector está desempeñando tareas esenciales como el de la salud, comercios, farmacias, productores de alimentos, medios, repartidores y toda la cadena logística involucrada. También están los gobiernos en sus tres niveles: municipal, provincial y nacional. Damos fe que todos estos sectores están haciendo un trabajo mancomunado a lo largo y a lo ancho de la región.
A nivel nacional se están dando interesantes operativos conjuntos entre fuerzas y mandatarios de diversas jurisdicciones, capitaneados por el titular del Poder Ejecutivo de la Nación, Alberto Fernández. Son días intensos para el comité de crisis que acompaña al Gabinete Nacional, que carecen de tregua. Cada día cuenta, por eso el mismo domingo 29 de marzo el presidente se reunió con los titulares de la cartera de Interior, el Jefe de Gabinete y el ministro de Salud y su consejo asesor para escuchar la proyección del COVID-19 a futuro en el país. Este encuentro fue el insumo final para tomar la decisión respecto de la extensión de la cuarentena vigente.
Durante la tarde, Alberto Fernández mantuvo videoconferencias con los gobernadores para ponerlos al tanto de los pasos a seguir e interiorizarse de la marcha de la cuarentena y del estado de salud de la población. El plato fuerte de la jornada presidencial tuvo lugar pasadas las 22 horas cuando se dirigió a la población desde la Quinta Presidencial de Olivos, con un mensaje plagado de acciones, definiciones, rumbos a seguir y básicamente de conceptos que sustentan las decisiones que se han ido tomando, a lo largo de este atípico mes de marzo para la humanidad.
Comenzó compartiendo los buenos resultados que arrojó la pandemia dentro del territorio argentino, por su baja propagación, atribuyendo el logro a la sociedad toda por la cooperación de quienes cumplieron la cuarentena (mas del 90% de la población).
Destacó el rol de las fuerzas federales y provinciales que entre el 21 y el 27 de marzo retuvieron más de 3700 vehículos y labraron más de 23.000 infracciones penales por circular sin la correspondiente autorización. Tanto el comportamiento como el control, sumados a las medidas del gobierno del aislamiento preventivo, lograron que la comunidad científica internacional decidiera incluir a la Argentina, como uno de los diez países donde la OMS llevará a cabo ensayos medicinales en busca de elaborar una solución médica al problema del COVID-19.
La recomendación que tuvo de los expertos fue la de prolongar la cuarentena, por eso decidió extenderla hasta el domingo de Pascua del 12 de abril. Así la cuarentena tendrá la duración equivalente a dos ciclos de incubación del virus en el cuerpo humano, y se obtendrán datos más claros y precisos del COVID-19 para avanzar en su investigación.
Pero el problema de este virus pone en foco otros inconvenientes. Por eso el jueves 26, el presidente argentino planteó en la cumbre del G20, a través de videoconferencia, un enérgico llamado a poner la mirada sobre aquellos que más necesitan y han sido “olvidados” por el desarrollo. En su mensaje del domingo se dirigió a este sector, encomendándoles el respeto de la cuarentena y el cuidado de los mayores, asegurando que habrá un “Estado presente”.
A la hora de privilegiar una actividad por sobre otra fue elocuente e invitó a no caer en “falsos dilemas” de privilegiar a la salud o a la economía. Porque “una economía que cae, siempre se levanta. Pero una vida que termina, no la levantamos más”.
Este es un momento de excepción y pese a la emergencia se están atendiendo en simultáneo varios frentes: el de los sectores más postergados con el Ingreso Familiar de Emergencia. Para las PyME se implementó una nómina salarial como crédito con una tasa del 24%. Claramente es un esfuerzo colectivo, por eso aseguró que será severo con aquellos que especulen aumentando precios y con aquellos que despidan empleados. Porque “si algo tiene que enseñarnos la pandemia, es la regla de la solidaridad: aquí nadie se salva solo”. Es una regla moral: en medio de semejante crisis, no es posible desamparar personas dejándolas sin trabajo. Por eso se han congelado los alquileres, las cuotas de créditos hipotecarios, se suspendieron las ejecuciones hipotecarias y los desalojos.
Su invitación final fue elocuente: “Los invito a que trabajemos juntos, porque Argentina es nuestra Casa Común y tenemos que cuidarla. Queda mucho camino por delante”.