Carlo Pedersoli, su verdadero nombre, falleció a los 86 años en un hospital romano.
Junto con Terence Hill protagonizon un gran número de comedias en las que, inevitablemente, castigaban a las trompadas a cuanto villano había.A Bud Spencer (en la foto a la derecha) lo recordaremos por las trompadas con las cuales solía castigar a los malos de todo tipo, raza y color, desde los villanos de los spaghetti western, a corruptos, bandidos, camorristas, traficantes, delincuentes comunes…
Se fue a los 86 años, ayer, en un hospital romano. Su nombre real era Carlo Pedersoli, napolitano con un pasado de campeón de waterpolo y natación, el primero en su país enhacer los cien metros estilo libre en menos de un minuto.
Esta montaña musculosa pero sin mañas de fisiculturista apareció para el gran público en los 70 junto a su compañero de muchas aventuras y de actuación, Terence Hill (Mario Girotti), con la afamada serie Trinidad.
Los dos nombres ingleses ocultaron durante mucho tiempo a estos dos simpáticos italianos dispuestos a perorar una buena causa con puñetazos y cachetadas.
Por cierto, el suyo no fue un cine de autor, ni pretendió serlo. Por eso, no se esperen sesudas reseñas acerca de su estilo actoral. No las habrá. Bud Spencer actuaba para un cine familiar, ni siquiera demasiado refinado en su realización, para suscitar unas cuantas risas en una noche de relax. Así lo entendió el público de medio mundo que gozó de sus andanzas. Y pese a las trompadas, que eran el plato más esperado del menú de este grandulón, nunca dejó un mensaje violento. Por el contrario, estimuló en nuestros sueños juveniles la idea que una buena causa siempre merece ser peleada. Será por eso que lo recordaremos con cariño.