La ciudad de Buenos Aires, ingresa a una nueva etapa del ASPyO, permitiendo a los cultos el regreso a sus celebraciones bajo un estricto protocolo.
Celebramos este pequeño gran logro que nos recuerda la invitación que nos hiciera Juan Pablo II al iniciar su pontificado el domingo 22 de octubre de 1978: “¡Abrid las puertas a Cristo!” (en eso estamos).
Nina Aravena brinda detalles de la normativa vigente en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires.
- Las celebraciones litúrgicas quedarán habilitadas con un máximo de 20 asistentes siempre que se cumpla con una ocupación de una persona cada 15 metros cuadrados en templos y/o establecimientos destinados a actividades religiosas.
- Se sugiere mantener abierto el lugar de culto en días y horarios específicos para el rezo individual y la atención espiritual, además de los específicos de la celebración litúrgica.
- En el templo solo podrán permanecer el ministro, una persona de limpieza y una persona en la entrada para controlar la cantidad de fieles, tanto en las celebraciones como en el rezo individual.
- Sólo podrán habilitarse aquellos templos que cuenten con ventanas que permitan la circulación de aire, que deberán permanecer abiertas durante la celebración.
- La asistencia espiritual individual se atenderá solo con turno.
- No podrán permanecer dentro del lugar personas en situación de “espera a ser atendido”; en caso de que surgiera la necesidad de espera, deberán permanecer afuera hasta ser atendidos .
- Las comunidades establecerán un sistema de turnos para las celebraciones, a fin de controlar mejor el flujo de asistentes y cumplir con el factor de ocupación y el tope máximo de personas presentes en el establecimiento.
- Todos los asistentes deberán permanecer con tapabocas.
- Al ingresar al templo se proveerá de alcohol en gel o alcohol al 70% para desinfección de manos.
- El libro de rezo y cualquier otro elemento litúrgico será de uso individual, llevado por cada asistente.
- No podrán tocarse las imágenes ni se pondrá agua bendita en las fuentes del templo.
- Evitar el contacto personal con imágenes y con objetos.
- Las puertas del templo deberán permanecer abiertas para permitir la ventilación durante las horas de funcionamiento.
- Para la atención espiritual individual se deberá utilizar un espacio amplio, con ventanas, que permita la distancia mínima de un metro y medio entre el ministro y el fiel, evitando salas pequeñas o despachos. El ministro deberá llevar máscara protectora facial además del tapaboca obligatorio y no habrá contacto físico entre las personas en ningún momento. Otra opción es el uso de mampara acrílica que separe al ministro del fiel.
- Medidas de prevención en relación al personal y voluntarios, desinfección e higiene del ambiente y en espacios comunes y sanitarios
Fuentes:
Disfrutemos BA, 24.9.2020, La Once Diez – AM 1110 – Ciudad de Buenos Aires