Es por la situación en Siria que requiere seguimiento, y también porque América latina no ocupa un lugar destacado en su agenda.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló este martes su participación en la VIII “Cumbre de las Américas” que se realizará del próximo viernes 13 de abril al día siguiente en Lima, Perú.
Se señaló que el presidente Trump permanecerá en su país para supervisar una posible acción militar en Siria, luego de un ataque químico en el que hay señalaciones de la muerte de al menos 70 personas, en su mayoría mujeres y niños.
La decisión deja en el aire muchas de las expectativas de los gobernantes de la región sudamericana que deseaban una reunión bilateral con el mandatario norteamericano. “El presidente permanecerá en los Estados Unidos para supervisar la respuesta estadounidense en Siria y monitorear desarrollos alrededor del mundo”, expresó la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
El vice presidente Mike Pence tomará su lugar tanto en la Cumbre de las Américas en Perú como en un posterior viaje a Bogotá, Colombia, en la que habría sido la primera gira latinoamericana del mandatario republicano.
En realidad, dadas las serias dudas del Pentágono acerca del quién pudo realizar un ataque químico, la ausencia de Trump se debe al relieve que adquiere en este momento la política de su país en cuanto a marcar ciertas posturas geopolíticas en Medio Oriente, más allá de que hubo o no un ataque químico. Los aliados de Washington presionan para derrocar el Gobierno de Bachar al Assad, como sea, por tanto, desde hace tiempo los expertos se esperaban un falso ataque del que fuera culpado el presidente sirio.
La decisión de Trump también dice que en la agenda del mandatario América latina no ocupa lugares destacados. Definitivamente, los tiempos de la Doctrina Monroe son parte del pasado.