El gusano que degrada el plástico

El gusano que degrada el plástico

Descubrimiento extraordinario, casual, de una investigadora italiana, Federica Bertocchini, que trabaja en España.

No es la primera vez que un importante descubrimiento científico ocurre “por casualidad”. Le sucedió a Wilhelm Conrad Röntgen cuando, haciendo experimentos con los rayos catódicos, se encontró ante el efecto de los rayos X, lo cual le valdría el Nobel de la física en 1901. O si no, Alexander Fleming, conocido por ser algo despistado, que en uno de sus experimentos constató que un hongo había arruinado su trabajo. Pero gracias a ese cultivo micótico llegó a descubrir la penicilina, uno de los fármacos hoy más utilizados.

Algo así le ha sucedido hace poco a la investigadora italiana Federica Bertocchini, quien desde hace algún tiempo trabaja en España para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con un estudio sobre el “Desarrollo embrionario temprano de amniotas” en el Instituto de biomedicina y biotecnología de Cantabria, en Santander. Probablemente Bertocchini no había previsto en sus publicaciones (19 desde 1997) el descubrimiento que haría un día “por casualidad”.

Cuenta Federica: « Yo soy apicultora aficionada y un día, limpiando las colmenas, descubrí los gusanos. Los puse en una bolsa de plástico y veinte minutos después estaba llena de agujeros. En ese mismo instante supe que esos insectos eran algo muy especial». La verdad es que se requería un ojo experto para comprender el alcance de este “por casualidad”. En efecto, Bertocchini enseguida pidió colaboración a otros dos investigadores, Paolo Bombelli y Chris Howe, de la Universidad de Cambridge, y juntos han publicado los resultados de sus investigaciones en la revista on line Current Biology del 24 de abril.

«Hemos comprobado –explican– que este gusano es capaz de degradar el plástico con el simple contacto. Hemos producido y amasado una pulpa con gusanos muertos y hemos puesto el plástico encima, y hemos comprobado que el plástico se degrada. Hay algo que produce ese efecto. El gusano produce algo que, al entrar en contacto con el plástico, lo descompone»

El reto ahora está en aislar la sustancia (quizás una enzima) capaz de desencadenar la mecánica molecular de tal reacción, con el fin de poderla reproducir en laboratorio y luego a gran escala. Si tienen éxito, sin duda sería una óptima solución a un gran problema de contaminación.

Se calcula que cada año producimos 80 millones de toneladas de polietileno, material con que se fabrican las bolsas de plástico que nos dan en el supermercado. Su gran inconveniente es que la lenta degradación, entre 100 y 400 años, según la resistencia de su composición. Si las investigaciones cobre el “gusano de la miel” van adelante, quizás la propia naturaleza nos ofrezca una solución plausible.

 

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  1. Es cierto que pareciera que muchas cosas se descubren por “CASUALIDAD”, lo curioso es que lo descubren personas capacitadas para poner en movimiento equipo y acciones para su correcto aprovechamiento. Con toda honestidad yo a esto lo llamo providencia. Alguien esta atento al cuidado de la creación, porque nos ama y produce por así llamarla estas circunstancias casuales.

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