Unos 6 mil guerrilleros y los miembros de las fuerzas armadas se beneficiarán de la medida por delitos cometidos en el marco del conflicto. No se incluyen los crímenes de lesa humanidad.
El Gobierno de Colombia obtuvo ayer una importante herramienta para avanzar en la aplicación del acuerdo de paz firmado con las FARC. Ayer el Congreso aprobó la Ley de Amnistía que recoge el perdón jurídico para los miembros de la guerrilla que no han cometido delitos graves en el conflicto.
El plenario del Senado aprobó el proyecto de ley con 69 votos a favor y ninguno en contra. Algunas horas antes la Cámara de Representantes hizo lo mismo con 121 votos a favor y ninguno en contra.
La iniciativa consigue de este modo que los guerrilleros no sean perseguidos por los delitos cometidos al levantarse en armas contra el Estado y darles seguridad jurídica en el momento en que entreguen las armas como parte del acuerdo de paz con el Gobierno. Esta fase de dejación de armas y de pasaje a la vida civil seguirá en los próximos meses, en la veintena de zonas (veredales) donde los ex milicianos se están concentrando. La ONU hará el monitoreo y recibirá en consigna las armas.
La ley de amnistía también contempla un tratamiento especial para los agentes del Estado que hayan cometido crímenes en el marco del conflicto armado. Se trata de aquellos que hayan sido condenados, procesados o señalados de cometer conductas punibles por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto armado.
Unos 6.000 miembros de las FARC procesados por los delitos políticos de rebelión, asonada y conspiración, entre otros, se beneficiarán de la ley siempre y cuando no hayan cometido delitos de lesa humanidad, para los cuales intervendrán los mecanismos de justicia transicional fijados por las partes en el acuerdo de paz.
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