Compartimos el mensaje de la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina por el 26 de junio, Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.
Vivimos tiempos en los que la paz es un objetivo ansiado. Se aparecen ante nuestros ojos tantas víctimas, familias enteras desmembradas por el dolor de las guerras y los desplazamientos forzados.
Desde la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia sabemos lo que es poner los mejores y mayores esfuerzos para construir la paz acompañando a nuestros hermanos que sufren adicciones, soledades, abandonos, pobrezas.
Nuestras acciones son bien concretas ante tanta complejidad: estar ahí, abrazando las vidas rotas con compromiso de amor, andando los pasos que nos llevan a la edificación de comunidades que generan vínculos de confianza y superación, espacios donde es posible vivir mejor y donde nadie queda afuera. Le damos siempre lugar a la esperanza.
“Recibir la vida como viene” es una frase que el Papa Francisco asume cuando nos entrega su magisterio global: todos adentro de su mensaje tan evangélico que invita a hacernos cargo del otro que no puede solo porque — ya aprendimos en la pandemia y otra vez aparece la voz de nuestro Papa— que “nadie se salva solo”.
En este 26 de junio miremos y escuchemos con ternura a quienes padecen adicciones. Seamos instrumentos de paz y reparación encarnando en gestos concretos la presencia de Jesús ante el sufrimiento que causan las drogas en tantas vidas de nuestro mundo, de nuestro continente, de nuestros países y comunidades barriales.
Desde Argentina y desde toda nuestra América sigamos en paz abrazando a los que sufren.
Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia
Comisión Episcopal de Pastoral Social Conferencia Episcopal Argentina