Francisco hará un nuevo viaje apostólico: visitará Irak del viernes 5 al lunes 8 de marzo. Será el primer papa que visita esta tierra de mayoría musulmana. Irak es una nación sumida en una terrible crisis económica y políticamente inestable.
El Papa visitará la capital, Ur de los Caldeos, cerca de Nassirya, tierra de Abraham, el padre de las tres tres grandes religiones monoteístas y también Erbil, capital del Kurdistán iraquí, Mosul, la ciudad conquistada por el Estado Islámico, y luego liberada. También pisará la llanura de Nínive, vinculada a los orígenes del cristianismo y donde vive la mayor parte de los cristianos iraquíes.
Lo cierto es que del cerca de medio millón de cristianos que se estima que hay en Irak, pocos podrán desplazarse para acompañar a Francisco, ya que están con una cuarentena estricta con toque de queda total durante los fines de semana, que incluye incluso el cierre de mezquitas y demás lugares de culto.
El pontífice se encontrará con un país semiparalizado, abierto de modo excepcional para la esperadísima visita del huésped ilustre. Se trata también de un viaje “de consolación” a una tierra con “vocación martirial”, marcada a fuego por sufrimiento, terrorismo, violencia, bombardeos y persecución.
Congregación para las Iglesias Orientales
“La mayoría de los cristianos, la mayoría caldeos católicos, son 500.000, pero es una cifra fluida, no cierta, porque no hay estadísticas. Pero es evidente que ha habido un éxodo notable porque han sufrido la guerra, el terrorismo, la inseguridad, la persecución. Y por eso el Papa ha querido ir a visitar a los hermanos nuestros católicos para llevarle ese consuelo, decir ‘aquí estamos’”, señaló el cardenal Leonardo Sandri a La Nación.
“Y una cosa muy importante es que el Papa a esos obispos iraquíes les va a tener que decir ‘gracias’ por el ejemplo que han dado porque han sido fieles a su ministerio de pastor y no han abandonado la grey. No se han ido, no han dejado a sus ovejas allí, sino que han resistido como pudieron, porque las circunstancias son las que son, pero se han quedado. Este es un gesto que es un ejemplo para toda la Iglesia. Es un signo de lo que el Papa habla sobre el martirio de los cristianos en la época actual, que en algún momento llegó a decir que es peor de las persecuciones de la época del inicio del cristianismo”, agregó.
Por otro lado, el valor de este viaje también para el resto de Medio Oriente. “Tiene una importancia enorme porque el Medio Oriente está dominado por la presencia del Islam en sus diversas formas y significa un respeto por parte del Papa hacia el Islam, en un país donde también ellos, los musulmanes han sido víctimas. Porque no es sólo la Iglesia católica: el martirio ha sido también de tantos musulmanes”.