El tuiteo que hiciera Donald Trump en la madrugada del viernes 2 de octubre confirmando que tenía coronavirus abre infinidad de interrogantes. Uno de ellos es preguntarse que sucedería en caso de no poder gobernar.
Tonight, @FLOTUS and I tested positive for COVID-19. We will begin our quarantine and recovery process immediately. We will get through this TOGETHER!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 2, 2020
El tema lo trata la constitución de los EE.UU. en su 25º enmienda, creada tras el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963. La misma fue diseñada para abordar la sucesión presidencial en casos excepcionales, tal como una enfermedad repentina del mandatario.
El texto establece que, “en caso de destitución del presidente de su cargo, de su muerte o renuncia, el vicepresidente asumirá la Presidencia”. Estipula que, tan pronto como el presidente comunique al Congreso su declaración de que no puede ejercer el cargo, las prerrogativas presidenciales serán asumidas por el vicepresidente. Esto se revierte cuando el presidente notifique que puede volver a ejercer sus labores, y retomar así su cargo.
En 1985 George Bush asumió la presidencia por unas horas, mientras Ronald Reagan era sometido a una intervención quirúrgica. Años más tarde, el hijo de Bush, George W., debió traspasar el mando en dos oportunidades (2002 y 2007), cuando le practicaran sendas colonoscopias.
Paula Lugones de Corresponsales en línea, amplia el panorama
El jefe de Gabinete de Trump, Mark Meadows, aseguró a la prensa que Trump presenta “síntomas leves” de COVID-19 y que se encuentra trabajando. El problema es que el virus parece haber estudiado la agenda del presidente, porque lo encuentra en plena campaña electoral.
Fuentes: