
Las escuelas están signadas por los tiempos de la evaluación. La agenda marca los tiempos y la forma de hacerla. Sin embargo, la pandemia rompió también con este precepto y da forma a una novedad educativa. A los maestros, profesores y escuelas se les proponen un modo de acompañar las trayectorias de los estudiantes. Nuevas normativas intentan marcar algunas “reglas”.
En primer lugar, evaluación, enseñanza y aprendizaje no son procesos disjuntos, existe un fuerte vínculo entre todos ellos. Pero suele correr el tiempo para evaluar, calificar y aprobar. Suele haber poco tiempo para entender estos hitos como parte de un recorrido.
La situación del COVID-19 invita a poner foco en el recorrido, antes que en la calificación. Esto implica profundos cambios en las prácticas del cuerpo docente para mirar, pero desde otro lugar.
La pregunta que surge, es ¿cómo se hace? Es algo de corte práctico, en cuanto al modo. Usualmente, esto se define a través de instrumentos de evalucación que los estudiantes resuelven, y de ese modo se toman las “evidencias” de sus aprendizajes. ¿Cómo hacerlo en tiempos de pandemia? Es posible revisar el recorrido repasando las producciones, o los intercambios mantenidos, si la plataforma utilizada los almacena. Repasar el camino de los estudiantes, y en forma individual ver sus logros, y aquello que no alcanzó.
¿Y si fuesen los propios estudiantes quienes eligieran las producciones que los representan cabalmente? Eso implicaría franquear la hegemónica barrera de la evaluación donde es otro (el docente) quien marca logros y/o dificultades. He aquí una oportunidad maravillosa para que los estudiantes reflexionen sobre sus aprendizajes, y también para que los docentes tomen esta nueva perspectiva.
La pandemia, la virtualidad, y la distancia hacen que los docentes busquen otro modo de retroalimentarse. Probablemente no alcance en este contexto calcular un frío promedio para calificar. ¿No será posible hacerlo de otro modo refiriendo a logros específicos y realizando alguna sugerencia específica? La situación permite hacer que los estudiantes trabajen, pero sería necesario quitar la presión numérica de la calificación…
La evaluación mide también a los estudiantes y a sus familias. Es necesario comunicar a estas comunidades las forma en que se habrá de evaluar y los motivos que impulsan los cambios. Compartir estos cambios refuerza el vínculo entre la escuela, sus docentes, los alumnos y su familia. Quizá el aislamiento traiga una oportunidad de repensar lo que parecía inmutable. Este borrón y cuenta nueva que trajo el diminuto virus da cuenta de la ocasión. Habrá que evaluarla …
Fuente: https://panorama.oei.org.ar/cuatro-afirmaciones-sobre-evaluar-para-aprender-en-tiempos-de-pandemia/