Cententario del nacimiento de la fundadora del Movimiento de los Focolares.
En este año 2020 se conmemoran los 100 años del nacimiento de Chiara Lubich. ¿Por qué celebrar, o mejor aún, qué celebrar de este aniversario?
La jovencita trentina con aquella sencillez y profundidad que siempre la caracterizaron, tuvo una gran apertura de alma, de mente y de corazón. Con extraordinaria ingenuidad supo seguir de manera radical las manifestaciones de un nuevo carisma, dejando en su historia y en la encarnación de esta novedad (dos realidades íntimamente entrelazadas y a la vez distintas) “huellas” refulgentes que marcan un camino nuevo para el hombre de hoy, que aun subsumido en un mundo que lo traga lleva dentro de nostalgia de eternidad, de Amor.
Por ello, durante este año les proponemos colocar nuestras huellas en las “huellas” de una gran mística de la modernidad, cuyo secreto quizás esté condensado en la metáfora escrita en 1948: “El libro de luz que el Señor va escribiendo en mi alma contiene dos aspectos: una página iluminante de misterioso amor = Unidad y una página luminosa de misterioso dolor = Jesús Abandonado”(1). Son dos polos que marcan las “huellas” del camino espiritual de Chiara, lo más íntimo de su alma y su inseparable proyección en la realidad más concreta del mundo. Es notorio resaltar que para Chiara, Unidad y Jesús Abandonado tienen un mismo adjetivo: ¡luminoso! Las “huellas” de la vida de Chiara están “marcadas por cumbres y abismos, dolores y luces”(2) y como afirma Eli, una de sus primeras compañeras: “Chiara experimentó pruebas y dificultades de todo tipo. Y esto es tan verdadero que no sabría decir si en su vida hubo más luz o más dolor” (3). Es en ese crisol donde se forjó la novedad de su carisma.
Queremos proponerles durante este año recorrer juntos aquellas “huellas” que contienen las perlas preciosas de su vida y su carisma: su novedad mística: “del castillo interior al castillo exterior”, su apertura a un estilo de diálogo con recorrido a 360 grados, descubrir juntos el porqué de una llamada tan radical y concreta a la unidad en un mundo tan plural y tan diverso.
En cada artículo de este año celebraremos juntos este aniversario, redescubriendo el sentido más profundo de esta página del libro escrito en el alma de Chiara: “una página iluminante de misterioso amor = Unidad”. De hecho, en una nota del texto Paradiso’49, escribe:
“Es comprensible por qué Dios, al enviar este carisma, pronunció la Palabra: Unidad. Siempre fui consciente de esto, es decir, sentí desde el principio que el carisma que se manifestó en mí era el “dos o más” (cf. Mt 18, 20) y que la luz que centelleaba era Jesús en medio de nosotros (4).”
1. Lubich, Ch. (1984). La unidad y Jesús Abandonado. España: Ciudad Nueva, p. 70.
2. Lòriga, P. (2008). Hacia el cielo, los últimos años. La Mirada de Chiara Lubich. Buenos Aires: Ciudad Nueva, p. 36.
3. Folonari, G. (2013). La partitura escrita en el cielo. Buenos Aires: Ciudad Nueva, p. 13.
4. Lubich, Ch. Paradiso ’49, nota 232.
Artículo publicado en la edición Nº 616 de la revista Ciudad Nueva.
Buenos días, me parece hermoso la posibilidad que este año conozcamos más a Chiara desde su alma. Gracias!