El recuento avanza con lentitud y ha llegado al 95% de las mesas. Por algunas décimas, el presidente habría alcanzado los 10 puntos de diferencia necesarios. Hay protestas.
El cambio de tendencia en los resultados de las elecciones de este domingo en Bolivia ha derivado en protestas, choques con la policía y en la destrucción de oficinas públicas y de partidos políticos. Hasta el domingo, el conteo de votos siguió hasta casi el 84% del total y en ese momento, la tendencia aseguraba que habría segunda vuelta entre el presidente Evo Morales y su adversario más directo, el ex presidente Carlos Mesa. La diferencia entre los dos era de 7/8 puntos. Morales se situaba en torno al 46% y Mesa en torno al 38%. Sin embargo, cuando ayer las autoridades electorales retomaron el conteo, el presidente acumulaba un margen de 10 puntos que permitiría el triunfo en primera vuelta. Morales habría alcanzado el 46,86% y su adversario el 36,72%, apenas pocas décimas que sin embargo inclinan la balanza hacia un cuarto mandato del presidente.
La misión de la Organización de Estados Americanos, sin embargo, considera inexplicable lo sucedido manifestando “profunda preocupación por lo ocurrido y sorpresa por el cambio de tendencia”. Mesa por su parte anunció que no reconocerá los resultados. El conteo avanza con lentitud y ayer se situaba en el 95% de los votos emitidos. Pero, mientras tanto, han estallado incidentes en la capital, La Paz, en Cochabamba, Oruro y Potosí entre otras localidades. Se anuncian paros, al tiempo que Mesa ha convocado a una movilización democrática para reclamar al Ejecutivo y a su aparato transparencia y rapidez.
Hay invitaciones desde el gobierno a esperar con calma los resultados definitivos del escrutinio por lo ajustado que se presenta el recuento.
