Los Pumas derrotaron a Estados Unidos 47-17 y cerraron su participación en el certamen que se disputa en Japón. El triunfo les dio el pasaje para Francia 2023.
El andar de la Selección Argentina de Rugby por tierras orientales deja un sabor amargo. La expectativa estaba muy por encima de esta temprana despedida en primera ronda y la victoria ante Estados Unidos por 47-17 no ayudará a cicatrizar la herida, aunque vino acompañada de la clasificación a la próxima edición del Mundial por haber quedado en la tercera colocación en el Grupo C.
La caída en el debut ante Francia fue un golpe difícil de asimilar porque en ese choque se jugaba buena parte de una posible clasificación. De hecho, recién en el encuentro de la madrugada de este miércoles Los Pumas lograron demostrar el nivel que se habían propuesto de cara a esta cita internacional.
Con un muy buen desempeño de los tres cuartos (anotadores de los siete tries argentinos), el equipo conducido por Mario Ledesma reflejó el potencial que tenía –y tiene– escondido este plantel, dando señales además de la inminente renovación generacional que posiblemente enriquezca al seleccionado de cara al próximo ciclo de cuatro años que culminará con la edición mundialista en Francia en 2023.
Este partido tuvo su cuota emotiva, ya que significó también la despedida de Juan Manuel Leguizamón, quien disfrutó su último partido con la camiseta nacional luego de 15 años y ante la presencia de su mujer y sus tres hijos.
Ahora llegará el tiempo de la revisión y de volver a trazar objetivos para un equipo que venía de conseguir un tercer y cuarto puesto en los anteriores mundiales y ahora debió conformarse con la mera clasificación a la próxima Copa del Mundo. Un saldo con gusto a poco.
