El equipo incaico superó por 3 a 0 mostrando lo mejor de sí hasta el momento.
“No nos esperábamos eso”, es el comentario de los periodistas chilenos que atónitos, ayer vieron a la Roja sucumbir ante un Perú desconocido hasta el momento. En la primera fase, el equipo peruano había clasificado como mejor tercero gracias a resultados de los otros partidos, venía de un 5 a 0 contra Brasil y con un único triunfo ante Bolivia. Superaron a Uruguay en la ronda de penales. Todo indicaba que a Chile le había tocado un adversario quizás no fácil, pero sí al alcance.
El trámite de anoche dijo otra cosa. Sin que Chile haya jugado mal, el equipo de Perú mostró un buen juego gracias a individualidades desequilibrantes y una gran contundencia ofensiva que poco o nada perdonó a la hora de concretar. Los peruanos supieron disputar cada pelota que los chilenos controlaban durante los 90 minutos, asfixiando el juego adversario y agotándolo en un torbellino de rapidez. Por otro lado, con gran habilidad, cada vez que controlaron el esférico fueron un dolor de cabeza con un juego rápido, preciso y colectivo. Se evidenció el principal límite chileno: la falta de un juego que resuelva rápido cómo llegar al arco rival, la interminable secuencia de pases de la Roja transforma su ofensiva en previsible dando tiempo a los defensa para armarse y neutralizar su juego. Es una muestra de ello que Chile perdió rotundamente pese a haber controlado el balón durante el 60% del tiempo. Pese a lo dicho, anoche otra carta más para los albirrojos fue su arquero, Gallese, quien atacó con dando una muestra de clase y de habilidad.
Para el equipo peruano se da la posibilidad de rescatarse justamente con Brasil en una final que se prevé apasionante y que tendrá a los incaicos como protagonistas después de 44 años. Si el equipo conducido por el argentino Ricardo Gareca consigue mantenerse en el nivel de ayer, los brasileños deberán transpirar y mucho.
Chile deberá encontrar consuelo disputando el tercer puesto con Argentina. No parece una tarea fácil. Se advierte que se está al final de un ciclo, que hay jugadores que han hecho historia, pero hace falta sangre e ideas nuevas para seguir siendo esa potencia futbolera que supo hacerse con dos torneos americanos.