La autonomía de estos autos ahora llega hasta los 500 km y se recargan cada vez más rápidamente.
La industria de los autos eléctricos registra, uno tras otros, nuevos éxitos. Muchos de los cuales en los últimos dos años, lo cual demuestra que invirtiendo en investigación e innovación es posible dotarnos de un parque automotor en el que los vehículos eléctricos tengan una incidencia cada vez mayor, reduciendo sensiblemente las emisiones de co2. El transporte, de hecho, es responsable del 80% de tales emisiones, que incrementan el efecto invernadero que calienta el planeta.
Los ahorros se están situando en torno al 30 o 40% respecto de vehículos con combustibles derivados del petróleo. Por otra parte, la autonomía de los vehículos eléctricos se ha ampliado alcanzando los 250 y hasta los 500 km antes de tener que recargar sus baterías. Estas performances están convenciendo grandes marcas, como BMW, Mercedes, Volvo o Volkswagen, en producir incluso autos eléctricos de lujo.
Para un experto como el canadiense Matt Stevens, creador de una quincena de tipos de vehículos eléctricos, dos factores favorecen su difusión: la baja del precio de venta y una mayor pedagogía. La mayor presencia de autos de este tipo permitirá, a su vez, la multiplicación de los lugares públicos de recarga, sobre todo a lo largo de las autopistas.
Entre 2012 y la fecha, el costo de una batería eléctrica bajó de unos 16.000 dólares a los actuales 2.800 y su duración es entre los 5 y 6 años, conservando el 90% de su capacidad. También se han reducido los tiempos de recarga, que pueden llegar a los 40 minutos. Es bastante simple, por otro lado, recargar en el trabajo o en el propio domicilio. A medida que también la producción de energía eléctrica tendrá una importante componente renovable – y también ésta está en crecimiento en el mundo – el ciclo completo de uso de estos autos será notablemente menos contaminante.