Otra buena propuesta para degustar.
Cortemos en cuatro bifes un pedazo de bondiola de cerdo (en Chile se le dice lomo vetado). Los salamos de cada lado y los dejamos unos diez minutos en un plato. Luego los pasaremos a una sartén más bien alta, con un poco de aceite para que puedan sellarse bien y “rosolare” como dicen en Italia, es decir freír suavemente. Dejen que se forme un poco de costra, de un lado y del otro a la vez que aromatizan con un mixto de tomillo, romero y orégano frescos para dar sabor, durante unos 7/8 minutos.
Luego agreguen un par de cucharadas de vinagre de vino tinto por cada bife. Dejen que la carne saque sus fluidos y que los bifes sigan cocinándose. Añadan una cucharadita de cúrcuma a la salsita que se ha ido formando. Cuando ya se vaya espesando la salsita, añadan un par de dientes de ajo picados finos. Un par de minutos después un morrón verde mediano, también picado. Cuiden que no se quemen los ingredientes moderando el fuego. Dejemos que ajo y morrón comiencen a cocinarse unos buenos cinco minutos dejando que la carne asuma sus sabores.
Mientras tanto corten en rodajas finitas un zapallito largo (zucchini) de buen tamaño, en torno a los 500 gr. Por eso es importante que la sartén sea alta y ancha. Muevan los bifes, para añadir las rodajas de zapallito de modo que queden bien distribuidas. Habrá necesidad de añadir la sal, que ayudará a que los zapallitos larguen su agua, la que contribuirá a la salsa. Tapen la sartén y servirá cocinar durante otros diez minutos, hasta que la verdura quede bien cocinada. Sirvan cada bife con sus verduras y la salsita.
Se puede acompañar con un arroz y un vino tinto. Si no hace demasiado frío, una buena cerveza también acompaña dignamente este plato.