Una nueva hora de la verdad

Una nueva hora de la verdad

Hoy comienzan los cuartos de final de la Copa América que tiene a la Argentina como máximo favorito.

El fútbol siempre depara alguna sorpresa. Es inevitable. A diferencia de otros deportes, un buen momento de un equipo puede echar por tierra los planes de cualquiera que en los papeles pueda suponerse superior. Historias hay a montones.

Y en los torneos de selecciones es común ver situaciones que se salen del libreto. ¿Quién iba a imaginar que Uruguay, máximo ganador de la Copa, y Brasil iban a quedar afuera con tanta anticipación? El mundo del fútbol todavía piensa con la historia y muchos, que se animan a romper el molde, terminan siendo reconocidos por su arrojo para destronar a los poderosos.

Desde que Marcelo Bielsa se hiciera cargo de la Selección, en vísperas del Mundial 2010, Chile comprobó que podía codearse con los grandes del continente. Y tuvo sus frutos un año atrás, con la obtención de su primera Copa América.

Colombia, que históricamente intenta infiltrarse en ese podio que ocupan Argentina, Brasil y Uruguay (muchas veces por presente pero también por historia), sabe desde que asumió José Pekerman que puede pensar en grande, conociendo la enorme calidad de sus futbolistas.

Ecuador hoy lidera las Eliminatorias, Perú sorprendió a Brasil y también se anima a más. Y quizás el caso emblemático de los sudamericanos es Venezuela, que históricamente fue la cenicienta del continente y hoy, con el atrevimiento de una nueva generación de futbolistas, le dice a América que la tengan en cuenta. Por algo el plantel argentino, rival de la “vinotinto” el sábado en Boston, tomó nota de las bondades del equipo dirigido por el ex arquero Rafael Dudamel.

Y en este torneo del Centenario de la Conmebol aparecen también dos que siempre son protagonistas en el fútbol del norte del continente. México, con todo un potencial que desde hace tiempo le permite inmiscuirse entre los grandes, y Estados Unidos, que en silencio, con mucha inversión, y la contratación de un experimentado entrenador como el alemán Jürgen Klinsmann quiere hacer historia en su propia tierra, para ver si de una buena vez el soccer atrapa a su población amante de otros deportes.

El escenario es atractivo para esta segunda parte del torneo. Los actores ya están listos para salir al campo e intentar avanzar en un camino en el que ya no habrá paradas sencillas. Cada selección tiene todo para ganar. Menos Argentina, que por presión externa, pero fundamentalmente interna, se asumió la obligación de salir campeón para saldar la deuda exitista de esta generación de futbolistas. Hasta el momento no parece inquietarle a Messi y compañía esa responsabilidad. A partir de estos cuartos de final comienza una nueva hora de la verdad.

Sitio Copa América

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