El ex intendente de Rosario y ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, falleció este viernes luego de estar internado por una neumonía aguda. El recuerdo de una dirigente del Movimiento de los Focolares, Silvia Escandell.
El velatorio fue este sábado por la mañana en Casilda y sólo pudieron asistir sus familiares más íntimos, teniendo en cuenta que las medidas de prevención de la pandemia en Santa Fe no permiten reuniones de más de 10 personas. Sin embargo, muchos son los que hubieran querido darle un último adiós, por lo que ha significado para la política municipal, provincial y nacional, por su legado y por el vínculo personal que ha entablado con personas no sólo del ámbito político.
Médico e histórico dirigente socialista fue dos veces intendente de la ciudad de Rosario, primer gobernador por ese partido en una provincia argentina y candidato presidencial en 2011.
Y precisamente en su época como intendente estrechó vínculos con quienes entonces eran responsables del Movimiento de los Focolares en la ciudad. Entre ellas, Silvia Escandell, quien lo había conocido a través de su trabajo en una institución del gobierno italiano, para luego crecer en un vínculo que tuvo como base la política y el Ideal de la Unidad de Chiara Lubich.
Precisamente el primer acercamiento en ese sentido fue cuando la fundadora de los Focolares vino a la Argentina en 1998: “Realmente a él siempre le fue muy cercana la idea de la fraternidad, seguramente por sus convicciones políticas. Fue uno de los tantos intendentes que le escribían a Chiara pidiéndole que fuera a los municipios”.
En esos momentos Chiara Lubich envío a Rosario a los responsables internacionales del Movimiento Humanidad Nueva, Marielle y Pino Quartana, para entablar un primer encuentro con distintos políticos de la ciudad. Coincidió con la presentación del Movimiento Políticos por la Unidad, que poco tiempo antes había nacido en Italia.
“Al día siguiente –cuenta Escandell– Hermes los invitó a la Municipalidad porque les quería entregar la propuesta de gobierno para que ellos la llevaran a Italia y que fuera criticada desde la óptica de la fraternidad”.
A partir de ese momento fueron sucediendo numerosos hechos que acrecentaron una amistad personal e institucional. Uno de ellos fue durante la crisis de 2001-2002, teniendo en cuenta que tanto el estado como la Iglesia eran los sectores que más intentaban paliar los efectos de aquellos años duros para la sociedad.
Escandell recuerda que “había grandes diferencias ideológicas entre algunas propuestas del partido socialista y la Iglesia misma. Sin embargo, gracias a la relación construida años antes, logramos crear un grupo de diálogo. Más allá de las diferencias de pensamiento, rescato en Hermes que haya sido una persona de gran apertura al diálogo y de una gran escucha, de un gran respeto, paciencia”.
Y detalla: “En esos momentos de grandes dificultades empezamos a hacer algunos encuentros en el Focolar o en la casa de Hermes, donde participábamos nosotros como Movimiento, los obispos, empresarios, sobre todo para poder entender cómo poder aportar a la ciudad. Se dio una relación de tal amistad que las barreras de la desconfianza cayeron de tal modo que cuando el obispo auxiliar fue trasladado participamos todos de una cena de despedida. Eso era impensado. Y la Municipalidad le dio un reconocimiento por el camino de la fraternidad”.
Hermes Binner apoyaba muy de cerca las acciones de los Chicos por un Mundo Unido, “les abría las puertas y los recibía en la Municipalidad con mucha calidez y escucha para conocer sus ideas”. Proyectos como Coloreamos la Ciudad o las oraciones por la paz que se hacían a nivel mundial “siempre encontraban en Hermes toda la acogida y muy buena predisposición para brindar los recursos técnicos y edilicios del municipio”.
Sin dudas, uno de los hitos de este vínculo fue el Encuentro Latinoamericano de Intendentes que organizó el MPPU en Rosario. Si bien Binner ya no era intendente sino Diputado Nacional, “su generosidad permitió conocer al intendente de ese momento, Miguel Lifschitz, y nos abrieron todas las puertas de la ciudad para poder hacer el evento”.
Años más tarde, cuando en marzo de 2008 falleció Chiara Lubich, “Hermes fue uno de los primeros que nos hizo llegar su cercanía. Y cuando hicimos el evento para recordarla, él realizó un discurso bellísimo sobre lo que Chiara había significado en el ámbito de la política”.
“Fue un gran amigo. Siempre fue una persona con la cual pudimos abrir una puerta de diálogo importantísima más allá de los disensos”. Y cierra citando un tuit de alguien en la red: “’Era uno de los pocos políticos que podía caminar tranquilo por las calles’. Y de eso doy fe. Él salía de su trabajo y se iba a su casa caminando como uno más. Hemos perdido a una gran figura, sobre todo de la austeridad y del compromiso con el diálogo”.
Gracias Hermes. Como vecino de tu casa doy fé de ese comentario “..podia caminar tranquilo por las calles”. Nos encontramos varias veces y cada vez escuchaste y sonreíste. En cuánto al gran tema de la Salud Pública municipal-provincial y CUANTO fue tu trabajo se nota justamente hoy con ésta pandemia. Es una Diosidencia que hayas partido justo ahora. Hombre de diálogo franco y sereno. Hombre justo y honesto. Hombre, por eso también habrás errado; pero seguiste caminando hasta el fin.No podemos clonarte por miles como soñaría para Argentina. Pero podemos seguir tu ejemplo. Gracias !!!