El jueves 17 de marzo de 2022 se cumple un nefasto aniversario: el de un atentado que tuvo lugar en 1992, a la Embajada de Israel. El saldo fue de 29 muertos y decenas de heridos.
A tres décadas de aquella voladura, el viceprimer ministro de Israel, Gideon Saar participará del acto recordatorio, en la plaza seca erigida, unto a familiares de las víctimas. Los delegados del Estado hebreo renovarán el pedido de Justicia y volverán a culpar a Irán y a la milicia armada Hezbollah por el atentado, que terminó siendo un luctuoso antecedente del atentado a la AMIA.
“El atentado en la embajada de Israel, tanto como el de la AMIA, son dos heridas abiertas para la sociedad israelí y especialmente para el Ministerio de Asuntos Exteriores. Seguimos esperando justicia, sabemos quienes fueron los responsables, quienes mandaron a los terroristas desde Teherán, y quienes lo llevaron a cabo, la organización terrorista Hezbollah”, afirmó Lior Jaiat, vocero de la Cancillería israelí, a periodistas locales.
El renovado pedido de justicia se relaciona con una causa judicial paralizada hace décadas. En diciembre de 1999, la Corte Suprema dictaminó que “el atentado cometido contra la embajada de Israel en la Argentina fue organizado y llevado adelante por el grupo terrorista denominado Jihad Islámica, brazo armado del Hezbollah”. También dispuso que la causa debía seguir abierta para encontrar y enjuiciar a los culpables del ataque, algo que más de veinte años después aún sigue pendiente.
En el acto del jueves 17 de marzo, también hablará Miri ben Zeev, viuda de Eli ben Zeev, integrante de la seguridad de la embajada que perdió su vida en el atentado. “Llegué a la calle Arroyo, vi el edificio destruido, con gente corriendo y otros removiendo escombros. Pregunté dónde estaba Eli, me dijeron que probablemente estuviera por allí, dando vueltas, aturdido. Nadie sabía lo que había pasado”. Así revive Miri la búsqueda de su marido, una de las víctimas fatales del atentado. Se desempeñaba en el área de seguridad de la sede diplomática, había llegado a la Argentina en 1990, buscando un destino diplomático “novedoso”.
“En cada uno de estos treinta años, he llevado dentro mío todo lo que pasó. Todo el tiempo. Es como si hubiese ocurrido ayer. Y cada vez que llego a Buenos Aires siento que Eli está muy cerca”, afirma la viuda, que será oradora en representación de los familiares de las víctimas durante el acto recordatorio. “El pensaba que en el mundo no había lugares seguros, y tenía razón”, finaliza Miri.
Fuentes: