En un amistoso en Madrid, la Selección Nacional perdió 3 a 1 con Venezuela. Fue el regreso de Lionel Messi después del Mundial.
¿Cuál será el destino de la Selección Argentina? El recambio generacional comenzó desde que Lionel Scaloni se hizo cargo del equipo y es lógico que se necesite tiempo para amalgamar las piezas, la coordinación y que asimilen la idea de juego del cuerpo técnico. No obstante, e incluso con la reaparición de Lionel Messi después de lo que fue la frustración mundialista en Rusia, el combinado nacional hace agua.
Más allá de un par de situaciones de gol en el primer tiempo, creadas por Messi, resueltas por Lautaro Martínez y salvadas por el arquero venezolano Wuilker Fariña, lo cierto es que el equipo nunca hizo pie en el mediocampo y en defensa, donde las fallas y desatenciones le permitieron a la vinotinto irse al descanso con una ventaja de dos goles.
En el segundo tiempo el ingreso de Matías Suárez por Gonzalo Martínez le dio mayor profundidad y juego asociado a Messi, pero luego de una gran jugada colectiva que armaron entre ellos y definió Lautaro Martínez para descontar, todo se diluyó rápidamente, hasta que Juan Foyt (de mal partido) cometió penal y Venezuela cambió por el 3 a 1 definitivo.
Argentina sigue sin reaccionar. Ni la presencia de Messi pareció motivar y movilizar los ánimos. La Selección perdió tácticamente y en actitud, un aspecto que los dirigidos por Dudamel aprobaron con creces.
Scaloni deberá trabajar mucho para que el equipo llegue en condiciones de pelear la próxima Copa América, que está a la vuelta de la esquina. El destino todavía es incierto para la Selección, porque da la sensación que ni los propios protagonistas saben hacia dónde van.