Una cuarentena que consolida familias

Una cuarentena que consolida familias

El aislamiento también tiene buenas noticias. Bien lo saben Ana (16), Camila (12), Joaco (10), Felipe (9) y Fermín (8). Cinco hermanos que fueron adoptados en 2018, y el pasado sábado 30 de mayo obtuvieron la adopción otorgada por la justicia civil vía zoom.

Los padres adoptivos son Mariana Rojas, diseñadora que trabaja en un estudio de arquitectura, y Matías Cifuentes, músico guitarrista y docente. Alquilan un departamento en Palermo donde viven los siete. Pero en la cuarentena se mudaron a la casa de un familiar que tiene jardín. Ambos son profesionales y no les sobra nada, pero decidieron meterse en esta amorosa aventura cuando apareció la oportunidad de adoptar a cinco hermanos, luego de vivir solos durante 17 años.

Los pequeños son oriundos de San Martín, provincia de Buenos Aires, pero terminaron en un Instituto de menores porque ni sus padres, ni su familia externa podía hacerse cargo de ellos. Pero se empezó a trabajar para que los hermanos no se separaran, para preservar la relación entre ellos.  Una vez que la Justicia estableció que los hermanos estaban en estado de adoptabilidad, comenzó el proceso para buscarles una familia, sin separar al grupo de hermanos. Este fue un trabajo desgastante, porque el 90% de los padres que se inscriben para adoptar buscan niños menores al año de vida.

La Justicia consultó en el Registro de Aspirantes a adoptar, pero ninguno de los postulantes podía contener a los cinco hermanos.

En 2018 se realizó una convocatoria pública a través de los medios de comunicación, y la Justicia comenzó a analizar diversas postulaciones que llegaban. En ese ínterin aparece el dato de Mariana y Matías, quienes estaban dispuestos a adoptar dos hermanitos. Fueron contactados por el defensor de Menores Atilio Alvarez, quien les planteó el caso, y al cabo de unas semanas dijeron que sí. A los cuatro meses, los hermanitos ya los visitaban en la casa. Pasaron juntos la Navidad de 2018 y vivieron juntos todo 2019. La familia se agrandó y obtuvieron la guardia preadoptiva, esto se dio cuando los hermanos no quisieron volver al hogar de menores, manifestando su voluntad de permanecer con Mariana y Matías.

Fue todo un trabajo conjunto: las hermanas más grandes mostraban su carácter, los hermanos varones solían pelearse entre sí. En fin, todos se adaptaron a la vida de esta nueva familia, al punto de compartir una única computadora que tienen para todos.

El desafío de la cuarentena sirvió para consolidar el vínculo entre los siete, pasar más tiempo juntos, cantar, trabajar, aprovechar el jardín y vivir momentos más intensos de familia. El broche de oro estuvo a cargo de los cinco hermanos, quienes al participar del zoom junto a Mariana, Matías y la jueza, donde se les informó de los pasos finales de la adopción, se emocionaron y resumieron “ya somos Cifuentes!”.

Foto: La Nación

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