El Papa nombró a la servidora argentina María Lía Zervino y a las religiosas Raffaella Petrini e Yvonne Reungoat para formar parte del Dicasterio para los Obispos.
Por primera vez tres mujeres formarán parte del Dicasterio para los Obispos. Este miércoles 13 de julio el papa Francisco nombró miembros del dicasterio vaticano que elige a los obispos a las siguientes tres mujeres: la Servidora argentina María Lía Zervino, presidenta de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (Umofc); la hermana Raffaella Petrini FSE, secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano; y la hermana Yvonne Reungoat FMA, otrora superiora general de las Hijas de María Auxiliadora.
Zervino ya formaba parte -como miembro consultor- del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, nombrada por Francisco en octubre de 2020.
El papa Francisco ya había anunciado a Phil Pullella en una extensa entrevista concedida a la agencia de noticias Reuters, su voluntad de aumentar la presencia femenina en la Curia Romana.
En esa conversación el Sucesor de Pedro recordó que el año pasado, por primera vez, nombró a una mujer para el puesto número dos de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, la hermana Raffaella Petrini. Además, Francisco eligió a la hermana Nathalie Becquart, religiosa francesa de las Hermanas Misioneras de Xaviere, subsecretaria del Sínodo de los Obispos, y a la hermana Alessandra Smerilli, de las Hijas de María Auxiliadora, número dos del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. En el Dicasterio de Religiosos, la hermana Carmen Ros Norten es subsecretaria.
María Lía Zervino
Desde los 22 años es miembro de la Asociación de Vírgenes Consagradas Servidoras, fundada en Buenos Aires por el siervo de Dios Padre Luis María Etcheverry Boneo. Se inició en el diálogo interreligioso durante los años de su servicio como directora institucional de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina.
Una vez en Roma, donde actualmente se desempeña como presidenta de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (Umofc), participó en distintos procesos de diálogo interreligioso.
En 2019, María Lía Zervino fue elegida miembro del Consejo Mundial de Religiones por la Paz, única mujer co-presidente por parte de la Iglesia Católica.
Sueño con una Iglesia que cuente con mujeres idóneas
Con motivo del octavo aniversario de la elección pontificia del papa Francisco, María Lía Zervino escribió una carta abierta al pontífice en la que le agradece “sus bocanadas de oxígeno”.
En su misiva Zervino cuenta que cada mañana se pregunta: “¿Con qué nos va a sorprender hoy el Papa?”, y asegura al pontífice: “Es usted quien, como Jesús, nos ‘primerea’ con sus hechos, su testimonio y sus enseñanzas. Y soy testigo de que estas “bocanadas de oxígeno” las disfrutan también los creyentes de otras religiones y los no creyentes que cada vez reciben con mayor regocijo sus orientaciones y desean ponerlas en práctica”.
No obstante, con el cariño y respeto que merece el sumo pontífice, María Lía Zervino expresa sincera: “Querido papa Francisco, permítame decirle que tiene aún una deuda con las mujeres. Es usted un luchador contra el machismo y el clericalismo, pero no se ha avanzado suficientemente en aprovechar la riqueza de las mujeres que componen gran parte del Pueblo de Dios”.
“No necesitamos seguir esperando que se elabore una teología de la mujer porque ya la hay”, por tanto “no se trata de ocupar cargos para quedar “como floreros”, de adorno, porque está de moda nombrar mujeres ni tampoco se trata de alcanzar puestos para “trepar” a posiciones de poder. No. Se trata de servir a la Iglesia con los dones que el Padre Creador nos ha dado: una peculiar inteligencia y sensibilidad, una afectividad y particular capacidad para la gestación y formación de personas y una especial aptitud para la generación de bienes relacionales”.
María Lía expresa al Santo Padre su sueño: “Sueño con una Iglesia que tenga mujeres idóneas como jueces en todos los tribunales en que se tramitan causas matrimoniales, en los equipos de formación de cada seminario y que ejerzan ministerios tales como el de la escucha, de la dirección espiritual, de la pastoral de la salud, del cuidado del planeta, de la defensa de los derechos humanos, para los que, por nuestra naturaleza, las mujeres estamos igual o a veces mejor dotadas que los hombres. No sólo consagradas sino ¡cuántas laicas en todas las regiones del globo están ya listas para servir!”
Zervino sueña con que el pontífice “inaugure junto a los sínodos de obispos, un sínodo distinto: el sínodo del Pueblo de Dios, con proporcional representación del clero, de los consagrados y las consagradas y de los laicos hombres y las laicas mujeres”.
La presencia femenina en la Curia Romana
Entre las mujeres laicas que ya ocupan cargos de alto nivel en el Vaticano se encuentran Francesca Di Giovanni, subsecretaria del Sector Multilateral de la Sección de Relaciones con los Estados y Organizaciones Internacionales de la Secretaría de Estado; Barbara Jatta, primera mujer directora de los Museos Vaticanos; Linda Ghisoni y Gabriella Gambino, ambas subsecretarias del dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; la profesora Emilce Cuda, secretaria de la Comisión Pontificia para América Latina; Nataša Govekar, directora de la Dirección Teológica y Pastoral del Dicasterio para la Comunicación; y Cristiane Murray, subdirectora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Los demás miembros del Dicasterio para los Obispos
Los cardenales Anders Arborelius OCD, obispo de Estocolmo (Suecia); Jose F. Advincula, arzobispo de Manila (Filipinas); José Tolentino de Mendonça, archivero y bibliotecario de la Santa Sede; y Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos. Los cardenales nombrados recientemente: Arthur Roche, prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; Lazzaro You Heung-sik, prefecto del Dicasterio para el Clero; Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella (Francia); Oscar Cantoni, obispo de Como (Italia). Los monseñores Dráen Kutleša, arzobispo de Split-Makarska (Croacia), y Paul Desmond Tighe, secretario del Pontificio Consejo de la Cultura; el padre Donato Ogliari OSB, abad de la Abadía de San Pablo fuori le Mura y administrador apostólico de la abadía territorial de Montecasino (Italia).
Fuente: AICA