Redes sociales y consumo de contenidos – Los cambios que produjo internet a la hora de elegir cómo consumir los contenidos culturales.
Desde la aparición de la televisión, ese espacio alrededor de esta tecnología disruptiva se convirtió en un lugar en donde se reunía la familia, amigos y hasta vecinos. En 1969, cuando el hombre llegó a la Luna, los pocos hogares que tenían televisor estaban llenos de gente que quería seguir una transmisión única.
Con el tiempo, el consumo de los contenidos empezó a entrar en el tamaño de la mano. El celular, con su capacidad de trasladarnos a cualquier parte del mundo gracias a Internet, logró que los usuarios modificaran su rutina a la hora de ver una serie, informarse, escuchar música o jugar videojuegos.
Plataformas como Twitter, Facebook, Netlfix, Spotify o PlayStation Network transformaron la forma en que interactuamos con los consumos culturales. Si bien ver una película, analizar las noticias o leer una novela eran actividades que se hacían muchas veces acompañados de otras personas, hoy podemos hacer algo parecido pero a kilómetros de distancia de forma simultánea.
Las redes sociales revolucionaron la forma de comunicarnos y los medios tradicionales, no solo la televisión, tuvieron que salir a jugar con este cambio. Esta mutación para adaptarse a las formas de consumo de las nuevas generaciones apunta a aquellos que consumen contenidos cuando y de la forma que quieren. Los usuarios, en el medio, se adaptan a esa forma de interactuar con los contenidos y con los otros consumidores.
Según un informe de Shootr, una plataforma social especializada en consumos culturales, el 50 % de los espectadores ya interactúa con contenido de la televisión a través de “segunda pantalla”, es decir, con un teléfono, una tablet o la computadora al lado. Entre los más jóvenes, el porcentaje de espectadores que interactúa con las plataformas sociales es mucho mayor: roza el 90 % según el estudio.
El boca en boca sigue siendo importante, pero los medios necesitan generar cada vez más conversaciones en las redes sociales para involucrar y atraer a los usuarios a comentar los contenidos. El hashtag invadió la pantalla y llegó para quedarse.
Este no es un hecho caprichoso. En un informe que se realizó en Estados Unidos y Canadá, casi la mitad de los encuestados admitió que suelen elegir un programa de televisión o una película debido a los comentarios que leen en plataformas como Facebook, Twitter u otras redes sociales. Si bien no hay que confundir la gran cantidad de mensajes que circulan sobre un tema como un sinónimo de éxito o de consumo, los contenidos que logran que los temas que proponen se instalen en el living mundial suelen lograr mejores rendimientos en sus plataformas.
Uno de los ejemplos más claros ocurrió en la entrega de los Oscar 2014. La anfitriona de la ceremonia, Ellen DeGeneres, sacó una selfie con varios actores y en cuestión de minutos la imagen había conseguido millones de retweets y likes en 151 naciones diferentes y los usuarios comentaron durante días esa foto.
La televisión se puso a hablar y escuchar
La TV Social, como se la conoce, es la mezcla de la televisión y las redes sociales. La idea central era lograr una experiencia de contenido más activa para el público. Sin embargo, en la economía de la atención donde todos compiten contra todos por lograr captar la atención de la gente, la batalla es segundo a segundo y scroll a scroll. En cuanto pasan unos pocos segundos sin lograr retener el interés de una persona, cientos de estímulos ya la bombaredearon bombardeando y la llevaron a universos totalmente diferentes.
Hace pocas semanas Twitter lanzó “Temas”, una nueva función que permite seguir hasta 300 temas, como deportes y entretenimiento, al igual que se siguen usuarios en la red social. Esta opción permite seguir categorías de la misma manera que hasta ahora se puede seguir a usuarios con el objetivo de facilitar, a los que usen la red social de manera frecuente, descubrir nuevas cuentas e hilos.
“Sabemos que la principal razón por la que la gente viene a Twitter es para seguir el hilo de las cosas en las que están interesados”, afirmó el director del equipo, Rob Bishop, en una entrevista. Las personas no necesariamente tienen que elegir a alguien a quien seguir. Ahora pueden directamente interesarse por la temática favorita y listo.
El tiempo dedicado a ver la televisión tradicional se redujo en los últimos años a medida que los servicios de streaming se instalaron y que las redes sociales fueron ofreciendo contenidos en audio y video. Las plataformas, a su vez, se convirtieron en estructuras curatoriales, en donde inteligencias artificiales como humanas determinan qué contenidos pueden resultar relevantes para los usuarios y ofrecerlos para compartir.
La mayoría de los expertos creen que, a la larga, los medios tradicionales desaparecerán tal como los pensábamos hace 20 años. En este sentido, “la pantalla chica” se integrará como parte de los medios digitales. La mayoría de las transmisiones de televisión, con excepción de los hechos informativos de último momento y los eventos deportivos en vivo, se convertirán en un servicio de transmisión on demand.
Cómo veremos la llegada del hombre a Marte y de qué forma lo comentaremos con otras personas no lo podemos saber. Sin embargo, lo que queda claro es que la forma en que consumimos contenidos y cómo hablamos y opinamos sobre ellos cambió para siempre.
Artículo publicado en la edición Nº 617 de la revista Ciudad Nueva.