La figura de la ambientalista hondureña asesinada en marzo fue galardonada por la ONU, que le concedió el premio Campeón de la Tierra por defender el ecosistema en su país y a los más pobres.
“Berta Cáceres se rehusó a permitir que poderosos intereses violaran los derechos de los pobres y marginados y destruyeran los ecosistemas de los que dependen”, dijo Erik Solheim, director ejecutivo de ONU Ambiente. La ONU concedió a la líder ambientalista y defensora de los derechos indígenas de Honduras Berta Cáceres, asesinada en marzo pasado, el premio Campeón de la Tierra, el más importante que otorga las Naciones Unidas (ONU) a los defensores ambientales.
El reconocimiento póstumo de esta ambientalista permite destacar a nivel internacional su lucha en defensa del ambiente. “Su enfoque era local, pero su causa y su sacrificio resuenan en todo el mundo. Ella es una gran inspiración, y una gran pérdida, para cualquier persona que luche por los derechos ambientales”, añadió Solheim, quien se encuentra en Cancún, México, donde se celebra la 13 Conferencia de las Partes (COP13) del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) de Naciones Unidas.
Berta Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), fue asesinada la madrugada del 3 de marzo por pistoleros que entraron a su casa en la comunidad de La Esperanza, oeste. Anteriormente, hubo amenazas que intentaron impedir su oposición a la construcción de una planta hidroeléctrica en tierras de la etnia Lenca, a la cual Cáceres pertenecía.
Su muerte puso de manifiesto el nivel de violencia en Honduras y las amenazas contra los miembros de organizaciones de la sociedad civil que se oponen a las prepotencias de los poderosos, a menudo, con la complicidad de los poderes públicos. “Nuestra familia espera que este premio ayude a asegurar que la maravillosa vida de Berta, así como la lucha del pueblo Lenca, no se olvide y a inspirar a todos los que luchan por los derechos ambientales en el mundo”, afirmó Roberto Cáceres, hermano de la activista quien recibió el premio en representación de la familia.
El año pasado Cáceres había recibido además el Premio Ambiental Goldman y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había dictado medidas cautelares para proteger su vida, las que no fueron cumplidas por el gobierno de Honduras según sostienen la familia y los compañeros de lucha de la víctima. Actualmente hay seis detenidos como sospechosos del crimen, incluido un funcionario de la empresa Desarrollos Eléctricos S.A. (DESA), que construye la represa.
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