Un postre liviano: mousse de maracuyá

Un postre liviano: mousse de maracuyá

Muy frecuentemente, el postre que debería deleitar nuestro paladar se puede transformar en un ladrillo pesado que compromete una buena digestión, por contener ingredientes demasiado sustanciosos y pesados.

Siempre es bueno ser moderados en la mesa (se sugiere levantarse todavía con un poquito de hambre, señal que no nos hemos llenado por completo).

Los postres, por ocupar el momento final de una comida, corren este riesgo. Por ello hoy les quiero sugerir la preparación de un dulce sumamente agradable y, por sobre todo, bien ligero. Diría, con sabor a poco… de modo que tengamos ganas de volver a probarlo.

Utilicen 100 cc de jugo de maracuyá. Lo pasarán por un colador fino para guardar toda su semilla, que reservarán para decorar. Saquen de la heladera una lata de al menos 200 cc de leche evaporada que habrán guardado allí desde el día anterior, pues es importante que esté bien fría. Batirla intensamente hasta que la leche evaporada duplique su volumen. Para endulzar podrán usar unas tres cucharadas de azúcar normal o, mejor, integral. También pueden usar unas gotitas de edulcorante. La cantidad va a gusto. Unirán el jugo de maracuyá, y dos sobres de gelatina sin gusto disueltos en agua tibia. Separen un pocillo de café de gelatina para el decorado. Repartan todo en potes y lleven a la heladera durante al menos media hora. Saquen los potes, agreguen la gelatina con la semilla de maracuyá a cada pote y de nuevo guarden en la heladera otra media hora, al menos.

Antes de servir, decoren los potes con alguna hojita de menta.

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