Por una democracia de calidad – La necesidad de formas de gobernanza más colaborativas y policéntricas, fundadas sobre una nueva responsabilidad recíproca y planetaria.
La pregunta por la democracia reúne en sí miles de años. Esta ha ocupado a pensadores de todas las épocas que, desde la antigüedad hasta nuestro tiempo, han otorgado diversas respuestas sobre el buen gobierno, el régimen político y sus instituciones necesarias. No obstante, es una pregunta vigente, abierta y que nos interpela en nuestro presente.
Revisitar la pregunta por la democracia supone adentrarnos desde nuestro territorio y nuestro tiempo, e interrogarla desde allí.
Hoy atravesamos una crisis sanitaria inédita en la historia de la humanidad. Más allá del impacto epidemiológico, este contexto supone transitar un tiempo de incertidumbres. Asimismo, la pandemia crea conciencia de una convivencia planetaria, una extraña comunión de destinos, pero simultáneamente –y de forma contradictoria– desnuda las desigualdades regionales y sociales.
Frente a este contexto, la democracia aparece amenazada en su capacidad de brindar respuestas efectivas y de generar condiciones de igualdad. Al mismo tiempo se enfrenta al desafío de repensar los espacios comunes y los modelos de participación y gestión ante un mundo en crisis.
Actualmente, el régimen democrático es aceptado y sostenido en más de la mitad de los países del mundo. El problema que aparece entonces es frente a qué democracia estamos y qué esperamos de ella.
Una de las miradas posibles sobre la democracia es posicionarse desde un punto de vista procedimental. Este hace referencia a la existencia del sufragio universal; elecciones libres, competitivas y recurrentes; y de diversas fuentes de información.
Desde esta perspectiva, una democracia de calidad es aquella que cumple con una serie de características. En primer lugar, la garantía de un sistema legal junto al control civil de los militares e independencia del poder judicial. En segundo lugar, la existencia del accountability electoral: por la cual la ciudadanía elige y sanciona a sus gobernantes de forma periódica. Y tercero, el accountability interinstitucional: un control entre las diferentes agencias estatales.
Sin embargo, ¿es suficiente esto para hablar de democracias de calidad? La existencia de estas condiciones es un punto de partida necesario, pero no agota la definición de democracia.
Diversos autores sostienen que para evaluar la calidad de la democracia debemos enfocarnos en los resultados que esperamos alcanzar. Así, se pone el foco en la capacidad de brindar respuesta a las necesidades de la sociedad civil, a partir de la administración y políticas públicas.
En el mismo sentido, se ponen a la luz dos dimensiones sustantivas, desde las cuales se entiende que una democracia de calidad es, en definitiva, aquella que realiza la libertad y la igualdad de los ciudadanos. La libertad, en cuanto a la garantía de derechos civiles y políticos, y la igualdad, respecto de la garantía de derechos sociales.
¿Y la fraternidad?
En 1996, reunida con un grupo de políticos en Nápoles, Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, hace un llamado a vivir el carisma de la Unidad en la política. No se trata de un partido político nuevo, sino de buscar, desde la propia opción política, la construcción de un proyecto de unidad para toda la familia humana.
De allí nace el Movimiento Políticos por la Unidad, con una idea rectora: la fraternidad, el principio orientador olvidado de la Revolución Francesa.
La fraternidad nos recuerda que cada persona pertenece a una familia, a una ciudad, pero también a la comunidad humana. Y es, desde este reconocimiento, que surge una invitación a repensar la política, comprometiéndonos en nuestra propia realidad local pero sosteniendo, desde allí, una mirada universal.
Desde la fraternidad, la igualdad ya no es una nivelación forzada, sino la promoción de una misma dignidad, en el respeto de la diversidad. En el mismo sentido, la libertad es custodiada por la responsabilidad de los actos.
La democracia, desde esta perspectiva, tiene la función de construir la unidad y para ello requiere una mirada renovada de la política.
Un llamado a la acción
A 25 años de su nacimiento, y con una presencia de más de 20 años en Argentina, el Movimiento Políticos por la Unidad lanzó este año un llamado a la acción para la construcción de una política de calidad.
La convocatoria invita a gobernantes, militantes políticos y a la ciudadanía a trabajar en pos de una democracia de calidad.
Para ello se parte de dos premisas. En primer lugar, recuperar la función insustituible de la política en la construcción del bien común, con la indicación de prioridades claras y la armonización de intereses, desde el nivel local al internacional. Asimismo, se acentúa la necesidad de situar en el centro a las personas más vulnerables socialmente con sus necesidades y posibilidades.
¿Cómo alcanzar estos objetivos? Se requiere construir formas de gobernanza más colaborativas y policéntricas, fundadas sobre una nueva responsabilidad recíproca y planetaria. Desde esta perspectiva la calidad de la democracia no se centra solo en los resultados, sino que pone el foco en el método de construcción para alcanzarlos.
Con este horizonte se subraya la necesidad de imaginar soluciones innovadoras, basadas en la inteligencia colectiva, la democracia participativa y la corresponsabilidad en la gestión de lo público.
Asimismo, se vuelve inminente fortalecer el diálogo en la construcción política, ampliando las redes de construcción político-ciudadana.
Una democracia de calidad es imposible sin una política de calidad. Es un llamado a involucrarse, desde donde nos toca.
Artículo publicado en la edición Nº 634 de la revista Ciudad Nueva.
* Licenciada en Ciencia Política.
BAGGIO, A. (Comp) (2006). Meditaciones para la vida pública: el carisma de la unidad y la política. Buenos Aires: Ciudad Nueva.
MORLINO, L. (2007) “Explicar la calidad democrática: ¿qué tan relevantes son las tradiciones autoritarias?”, Revista de Ciencia Política, v.27, n. 2., 3-22. MPPU “Llamamiento por una política de calidad”, 2021. http://www.mppu.org/es/accion-politica/llamamiento-por-una-nueva-calidad-de-la-politica/
