Evo Morales y su par peruano Pedro Pablo Kuczynski discutirán hoy la realización de una vía férrea que una los tres países. ¿Es un sueño o un proyecto real?
Lima y La Paz han comenzado a hablar en firme sobre el proyecto de realizar un ferrocarril que una a los dos países y sea la continuación de una vía férrea que parta del puerto de Santos, en Brasil y termine en el puerto de Ilo, en el extremo sur de Perú. Se trataría por tanto de un ferrocarril que uniría un puerto sobre el Atlántico y otro sobre el Pacífico atravesando Bolivia. Y es muy posible que sea uno de los temas centrales durante el gabinete binacional que Bolivia y Perú realizan hoy en Sucre.
Se estima que la inversión de 10.000 millones de dólares pueda ser realizada por Alemania y China, con cuyos gobiernos el presidente boliviano Evo Morales ha tenido conversaciones al respecto.
El proyecto no sólo beneficiaría a los tres países interesados directamente, Brasil, Bolivia y Perú, sino que también beneficiaría Argentina, Uruguay y Paraguay, según el propio presidente Morales. Se desea, pero habrá que verificar si será posible, poner en marcha el proyecto el año que viene.
Bolivia está negociando con Perú la exportación de Gas Licuado de Petróleo y al mismo tiempo volver a reflotar la cuestión del Protocolo de Ilo, pendiente desde 1992, que concede a Bolivia, en comodato por 99 años, un enclave para realizar un puerto en la localidad peruana. Este protocolo fue perfeccionado en 2010 por el entonces mandataria peruano Alán García y el presidente Morales. Desde 2011 el trámite de ratificación espera el voto del Congreso de Perú.
En caso de que cobre vigencia el Protocolo de Ilo, Bolivia podría derivar su movimiento de mercadería hacia ese puerto y aliviar, sin proponérselo efectivamente, los problemas que enfrenta en el de Arica, en el norte de Chile, por donde transita su tráfico comercial ultramarino, el 95% de su comercio exterior, pero con dificultades al punto que ha habido numerosas protestas ante las autoridades chilenas, tensando relaciones bilaterales ya en estado crítico por los desencuentros ocasionado por cómo los dos países enfrentan la demanda boliviana de recuperar un acceso al mar perdido en 1883 por efecto de la Guerra del Pacífico. Perú, otro país que participó del conflicto, junto con Bolivia perdieron territorios que fueron anexados por Chile.
La posibilidad de que Bolivia vuelque sus esfuerzos comerciales en Ilo es sostenida estos meses por una iniciativa empresarial de ambos países que implica inversiones para mejorar, en la medida en que la carga boliviana lo demande, la capacidad instalada de ese puerto al sur de Lima.
Entra en juego aquí la capacidad de los tres países de considerar el futuro. Por el Tratado de Ancón una salida al mar boliviana en territorio de Arica, antes peruano, deberá ser negociada también con el consentimiento de Lima. Habrá que superar históricas diferencias para tender puentes hacia el desarrollo.
