La noticia no ha sido confirmada. Habría ocurrido el día 25 por mano de yihadistas armados.
Un ataque terrorista habría provocado varias decenas de muertos en el norte de Burkina Faso, África. El supuesto ataque habría sido realizado por yihadistas contra un mercado, confirmaron a Efe esta madrugada fuentes policiales, por hombres armados no identificados. El episodio ocurrió en Silgadji el pasado día 25, si bien la información no había trascendido hasta ahora. Un agente de policía dijo a Efe, bajo anonimato, que perdió a “seis miembros” de su familia y añadió que la población fue abandonada a su suerte tras alertar en varias ocasiones al Ejército burkinés del peligro de los presuntos terroristas, que habían amenazado previamente con atentar en Silgadji.
Aunque aún no se ha divulgado un balance oficial de víctimas, fuentes de las fuerzas de seguridad aseguraron al portal informativo local Infowakat que podría haber “al menos 50 civiles muertos”. Según esas fuentes, el departamento de Tongomayel, donde se encuentra el pueblo atacado, quedó incomunicado porque los atacantes destruyeron infraestructuras de la red de comunicaciones a fin de impedir que los lugareños avisaran a las fuerzas del orden.
Este ataque podría superar en víctimas mortales al del pasado 22 de diciembre contra un mercado en la localidad de Nagraogo, en el centro-norte de Burkina Faso, que causó 36 muertos y tres heridos, según el gobierno Burkinés, que decretó dos días de duelo nacional.
No es la primera vez que Silgadji es objeto de atentados, pues en abril del año pasado al menos seis personas murieron en un ataque de un grupo de hombres armados cometido en una iglesia protestante de la localidad. Era la primera vez que una iglesia era atacada en Burkina Faso desde que comenzaron los ataques yihadistas en este país de África occidental en 2015. Aunque ese atentado no fue reivindicado, la consultoría de riesgos Menastream señaló entonces que los autores podrían ser “presuntos militantes del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes o el Estado Islámico en el Gran Sáhara”, dos grupos que operan en la región.
El terrorismo en Burkina Faso comenzó en abril de 2015, cuando miembros de un grupo vinculado a la red Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso de Tambao, en el norte del país, que aún sigue desaparecido.
Desde entonces ha ido en aumento el número de ataques atribuidos a grupos afiliados a Al Qaeda y al Estado Islámico. La región más afectada por esta creciente inseguridad es la del Sahel, que comparte frontera con Malí y Níger y es un foco habitual de ataques armados y secuestros.
Burkina Faso es uno de los cinco países que componen la fuerza transfronteriza conjunta G5 Sahel -junto a Mali, Mauritania, Níger y Chad- con el objetivo de combatir el terrorismo yihadista en la región.