El 19 de noviembre se realizarán los comicios generales. Es muy probable que hará falta una segunda vuelta para determinar quien asuma la presidencia del país.
Se realizó anoche el último debate televisivo de cara a las elecciones generales y presidenciales que se llevarán a cabo en Chile el próximo 19 de noviembre. Los ocho candidatos presidenciales protagonizaron un extenso debate en el programa organizado por Anatel y transmitido por los canales de la televisión abierta del país.
El oficialismo llega dividido a esta instancia electoral. La Nueva Mayoría, coalición de centro izquierda, llega dividida en esta instancia. Si bien Alejandro Guiller sería su candidato oficial, Carolina Goic representará a su sector, la democracia cristiana, por separado y lo mismo hará Beatriz Sánchez, representando al Frente Amplio, un sector de izquierda. Provienen de sectores afines el senador Alejandro Navarro y Eduardo Artés, aunque respaldados en los sondeos por un porcentaje ínfimo del electorado. Si bien ya ha anunciado que en segunda vuelta apoyará al oficialismo, otro de los candidatos, Marco Enríquez-Ominami, quien elecciones pasadas llegó a conseguir el 20% de los votos es otra de las opciones, aunque con escasas chances de éxito.
Guiller es un periodista que ha ingresado desde hace unos años a la política, obteniendo una banca como senador. Los sondeos le dan en torno al 20% de las preferencias, en una propuesta que continúa las líneas de gestión del actual gobierno de Michelle Bachelet.
Los sondeos insisten en presentar al candidato de derecha, y ex presidente, Sebastián Piñera con una cómoda ventaja en primera vuelta, por momentos cercana al 45%. Piñera ha dado recientemente un vuelco más hacia el centro, mitigando su enfoque liberal de las propuestas económicas. Compite con él un líder de otro sector de derecha, el ex ministro y senador, Felipe Kast, aunque con escaso arrastre de votos.
De no mediar cambios sustantivos en el electorado, es muy posible que en segunda vuelta se confronten Piñera y Guiller, y la duda es si el segundo logrará convocar al voto masivo de su sector que es políticamente mayoritario.
En Chile hay un gran divorcio entre la política y la ciudadanía, por lo general alejada de los grandes debates. Se estima que hay unos 4 millones de jóvenes que nunca han votado, pese a tener derecho a hacerlo. En las últimas elecciones, concurrió a las urnas el 52% de los electores y en segunda vuelta ese porcentaje bajó al 48%. Un contexto de fuerte ausentismo favorece a Piñera, en un país en el que la derecha representa aproximadamente un tercio de los votos. Sin embargo, el escaso crecimiento económico de los últimos años, los casos de corrupción que han salpicado al propio oficialismo y una gestión que ha demostrado cierto grado de improvisación en reformas que han tratado de incidir profundamente en el país, no le favorecen a su candidato principal.
La ley ya no permite publicar nuevos sondeos, habrá que esperar hasta el 19 de noviembre para disponer de la estadística más certera sobre las tendencias políticas en el país.