Otro plato para disfrutar en familia.
No hay manera de conciliar nuestros diccionarios locales acerca de qué es tarta, qué torta y qué es un pastel. En el Río de la Plata tarta indica un plato dulce o salado, pero en México es un sándwich… en España un pastel es un dulce. Así que lo mejor es agregar el ingrediente principal para evitar malentendidos. En este caso es la papa.
Las papas son un alimento clave para la cocina. Es difícil que a alguien no le gusten. Fritas, hervidas en ensalada, usadas para una tortilla, en puré, al horno o a las brasas siempre son una alegría para la vista y para el paladar. Lo mejor, es comerlas recién cocinadas. Aquí les paso una receta que acaso poco conocen por estos pagos.
Preparen un kg de papas, no demasiado nuevas para que contengan menos agua, como para armar un puré. Es decir, las lavan y con cascara las introducen en abundante agua hirviendo. Para estar cocidas necesitarán unos 20 minutos, dependiendo del tamaño, por ello conviene elegirlas más o menos del mismo grosor. Si un cuchillo puntudo las puede penetrar lo están. Se les saca la cáscara y las aplastamos. Agregamos un buen puñado de perejil picado, sal, pimienta, unos 60 gr de mantequilla y le picamos unos 70/80 gr de salame tipo italiano. A la mezcla añadimos 3 huevos batidos y 3 cucharadas de queso rallado. Mezclamos bien todo mientras el horno se va calentando.
A este punto preparamos la fuente. La untamos bien con mantequilla y le espolvoreamos pan rallado. Colocaremos en la fuente la mitad de las papas preparadas y arriba unos 200 gr de queso cremoso cortado en láminas, podrá ser tipo muzzarella (que varía según los países de la región), en todo caso no demasiado duro. Lo ideal es la mozzarella italiana, pero sabemos que es muy cara. Completamos con la segunda capa y con una espolvoreada de pan rallado y horneamos durante 30/40 minutos a fuego intenso. La superficie de la tarta deberá haberse tostado un poco.
Antes de servir el pastel, aconsejo esperar una media hora para que no se quemen el paladar y puedan disfrutar el plato. Así que calculen bien los tiempos.
Como verán es más bien un plato fuerte, bien sabroso, con salame y queso, por tanto, conviene complementarlo con una ensalada a gusto.
El plato se acompaña mejor con una cerveza, si negra mejor, o algún vino blanco.