Luego del anuncio formal de Colombia, Perú y Ecuador de retirarse, le sigue la mayor potencia regional. También se retirarán Argentina y Paraguay.
La cancillería brasileña ha formalizado la decisión poco después de recibir de Bolivia la presidencia pro tempore del organismo de integración. Anteriormente, habían anunciado su retiro Colombia, Perú y Ecuador. El gobierno ecuatoriano incluso solicitó la devolución del edificio construido en Quito como sede del bloque, para darle otro uso. También Argentina y Paraguay han anunciado que se retirarán del organismo, lo cual implica la desintregración de la UNASUR.
Desde febrero de 2017, las diferencias internas se han vuelto insanables en el plano ideológico, al punto que Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay y Perú están impulsando un bloque nuevo, PROSUR, con la intención de aplicar otros mecanismos de funcionamiento, supuestamente más ágiles en la toma de decisiones (la UNASUR funcionaba en base a unanimidades), incluyendo una cláusula de respeto del orden democrático y de los derechos humanos. Solo Uruguay, Bolivia, Guyana, Surinam y Venezuela siguen siendo miembros activos del bloque y queda claro que la razón de las divisiones es la orientación ideológica de los gobiernos.
Una muestra de la escasa capacidad de cooperar entre los países de la región, desde políticas de Estado capaces de centrarse en el desarrollo y en los objetivos comunes.