Steven Pinker es un psicólogo, estudioso del rol del lenguaje en la naturaleza humana. Agrupó, organizó y explica conocimientos de manera coherente y amena, en “La tabla rasa”, su primer éxito editorial, cuyo título refiere al mito de que los humanos nacen con el cerebro “en blanco” y listo para ser rellenado con la crianza y el entorno.
¿Cómo será posible incorporar enseñanzas, si el cerebro está vacío en primera instancia?, es la pregunta que Pinker se hace. Otra leyenda que destierra es la del “buen salvaje”, la idea de que los humanos vivíamos felices y pacíficamente hasta que sobrevino la modernidad.
En 2011 publicó Better Angels of Our Nature, donde muestra que la sociedad moderna logró reducir sus índices de violencia en todos los rubros a una velocidad asombrosa. Si bien los datos son públicos y contundentes, el autor observa que la percepción general es exactamente la contraria. No se sabe si por una suerte de memoria de corto plazo, o por un mecanismo de negación, la gente tiende a asumir que “todo tiempo pasado fue mejor”. Aun cuando el estudioso explica con paciencia que no es así, mucha gente sigue adhiriendo a este falso apego al pasado.
En su libro de 2014 En defensa de la Ilustración, Pinker encara la titánica tarea de demostrar que la salud, la prosperidad económica, la seguridad, la paz, el conocimiento y la felicidad en general están en franco aumento, no solo en Occidente, sino en todo el mundo.
Nuevamente, muchos descreen, pero los números corroboran esta tendencia.
En 2014 publicó un verdadero “manual de escritura” donde critica sin eufemismos la prosa de ciertos académicos tildándola de tosca, oscura y confusa para los lectores, que termina por convencerlos de que si no entienden es por culpa suya. Sus libros, en cambio, cumplen con creces sus reglas: Pinker escribe claro, preciso, profundo y entretenido.
Su última publicación, Racionalidad, data de octubre de 2021. Pinker invita al mundo no tanto a ser lógicos profesionales, sino simplemente a tratar de “seguir a la razón”. Este libro toca varios temas caros a la economía del comportamiento, como los sesgos cognitivos que nos hacen presuntamente “irracionales”. Indica que la cruza entre economía y psicología va a permitir mejorar nuestro entendimiento del mundo y los subterfugios de la racionalidad.
El autor registra una conexión concreta entre racionalidad y progreso económico: “Cualquier intercambio económico más sofisticado que el trueque requiere la aplicación de pensamiento abstracto”, señala. “Hay que tener en cuenta que el gran escape de la pobreza universal, como lo llama Angus Deaton, comenzó en el siglo XIX y se basó en las innovaciones tecnológicas, económicas y de políticas que nos dejaron el Iluminismo y la revolución científica en los siglos precedentes”, reafirma.
Fuentes:
https://static0planetadelibroscom.cdnstatics.com/libros_contenido_extra/48/47912_Racionalidad.pdf