Mientras el ejército nacional avanza en la liberación de la región de Idlib, se estarían preparando videos para “denunciar” el uso de armas químicas.
Desde hace semanas, la ofensiva del ejército de Siria sobre el último gran bolsón de yihadistas que han provocado la guerra en el país, concentrados en la región de Idlib, está preocupando a los gobiernos occidentales que han apoyado el conflicto para derrocar del presidente sirio Bachar al Assad. Lo que no se quiere es que Assad gane la guerra y evite así que el país quede partido geográficamente en diferentes sectores. Por ello, como ya ha ocurrido en estos años, se señala la posibilidad de que se esté armando un nuevo falso ataque químico por parte del ejército sirio para así acusar Assad de crímenes de guerra. El último episodio similar, ocurrido en abril, ha sido investigado por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas y, pese a las denuncias públicas contra Assad y que los presidentes de Estados Unidos y Francia anunciaran poseer pruebas de ese ataque – sin nunca presentarlas -, el organismo ha señalado que no se encontraron evidencias del uso de productos químicos.
Con base en informe de inteligencia, el ministerio de Defensa de Rusia ha denunciado que «una provocación totalmente orquestada está siendo filmada en la localidad de Jisr al-Choghur para hacer creer que el ejército sirio ha usado armas químicas contra los civiles». Para hacer más «realista» la representación del falso ataque químico, elementos radicales transportaron 2 bidones de una sustancia tóxica clorada hasta la localidad siria de Jisr al-Choghur. Varios equipos de televisión de canales del Medio Oriente y de la representación regional de una importante televisora estadounidense llegaron a ese lugar en la mañana del 11 de septiembre de 2018 para rodar allí varios videos.
Los servicios secretos británicos (MI6) tenían previsto realizar un ataque químico bajo falsa bandera en la región siria de Idlib para atribuirlo al gobierno sirio y usarlo para justificar un nuevo ataque aéreo de las potencias occidentales contra Siria. Además de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, Alemania también participaría esta vez –a pedido de Washington– en el nuevo ataque aéreo occidental contra Siria.