Aprovechamos para traer al enorme Manolo Juárez, genio musical, quien habrá de musicalizar este posteo, pero para referirnos a la dirección y al calzado.
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Las zapatillas Flecha son sinónimo de la juventud argentina de “altri tempi”.
Eran fabricadas por la mítica empresa Alpargatas, creadora de productos que marcaron generaciones. Las Flecha fueron la jugada de Alpargatas para conquistar a los adolescentes, quienes ya estaban cansados de andar usando calzado de cuero para todo y buscaban algo más cómodo. Con el antecedente de calzados que no precisaban cuero como las Champion o las Llavetex, Alpargatas lanza al mercado las Flecha en 1962.
Fue el primer calzado elaborado con lona, suela de PVC y punta aserruchada. Tuvo muchos modelos, pero el más famoso era el de tiro bajo, que fue el más vendido.
A lo largo de los años 70 y un poco los 80 Flecha fue vinculada directamente con un producto de moda y juventud, y tenía publicidad de sobra para demostrarlo: no solo en los típicos avisos gráficos y televisivos, sino como auspiciante principal del inolvidable programa conducido por Juan Alberto Badía, Imaginate Flecha Juventud.
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Las usaron Charly García y Nito Mestre en conciertos de Sui Generis, o el Beto Alonso en un partido que River jugó contra el Cosmos de New York en 1980.
En aquellos tiempos se produjo un importante cambio en la estrategia comunicacional de Flecha: tras el golpe de Estado de 1976 su logo que tenía como epígrafe la leyenda “Flecha va en tu mismo sentido”, y que apuntaba hacia la izquierda, de la noche a la mañana, pasó a apuntar hacia la derecha, como si tratara de dejar un mensaje subliminal ideológico en esa transición.
Allá por 1996 los creativos de Flecha afirmaban para la revista Noticias que ese cambio fue mera casualidad, sin tintes políticos. Sin embargo, 10 años después Gabriel Garaffa (hijo de uno de los fundadores) revivió la polémica y afirmó que efectivamente el gobierno militar ordenó el cambio de logo para evitar suspicacias hacia el temible comunismo.
La primera imagen es justamente una publicidad con el logo clásico, de 1978. El siguiente, que abarcaba varias páginas, ya era de 1983 y venía con el cambio incluido. Varios pie de página con el nombre Flecha, para que justamente cuando uno cambie de hoja siempre hacia la derecha, se refuerce la idea de que tanto marca como lector van en el mismo sentido.
Llama la atención que en el primer aviso es la zapatilla lo más importante mientras que en el segundo caso casi ni se ven. Justamente a principios de los 80 el negocio de producir este tipo de zapatillas decayó fuertemente: mientras que en sus mejores épocas llegaba a producir un millón de pares mensuales para esos años el aluvión de productos importados les empezó a golpear, y transitaron períodos de inestabilidad de modelos y nombre: primero aparecieron las Flecha Jogger (con un diseño totalmente distinto al que las hizo populares, copiando las marcas más exitosas) y luego una triste transición hacia abandonar la flecha roja como logo: primero aparecía chiquita en los avisos para luego desaparecer definitivamente.
La marca en sí no duró mucho más: para mediados de los 80 las Flecha desaparecieron del mercado: habían empezado a resultar anticuadas y dejaron de ser moda y símbolo de estar en onda. En 2006 Kosiuko decidió reflotar la marca y volvió a producir modelos Flecha.
El desafío es que logre mantener su sentido, y en la medida de lo posible que nosotros, el público capte si hay algún cambio subrepticio en su conformación, y en su dirección.
Fuentes:
https://elgranlibrodelasmarcas.blogspot.com/2017/08/juventud-desorientada.html
Ferri L, Zapatillas: Historias de moda, deporte y consumo, Buenos Aires: Paidós, 2018.