En el mundo, mueren 7 millones de personas al año por efectos de enfermedades provocadas por el consumo de cigarrillos y cigarros.
Desde el año 2000 el consumo de tabaco ha disminuido, tanto a nivel mundial como en la Región de las Américas, pero la reducción es insuficiente para cumplir con los objetivos globales destinados a proteger a las personas de la muerte y el sufrimiento a causa de enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades no transmisibles (ENT).
Actualmente, más de un tercio de los países de las Américas no están implementando ni una sola medida de control del tabaco. Son algunos de los datos publicados con motivo del Día Mundial Sin Tabaco 2018 que se celebra el 31 de mayo de cada año. La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha unido a la Federación Mundial del Corazón y muchos otros aliados para crear conciencia sobre el vínculo entre el tabaco y las enfermedades cardiovasculares (ECV), que son las principales causas de muerte en el mundo. Las ECV son responsables del 44% de todas las muertes por ENT, o casi 18 millones de muertes anuales en el mundo, de las cuales 2 millones ocurren en las Américas.
El consumo de tabaco y la exposición a su humo son las principales causas de ECV, incluidos los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares, que contribuyen a aproximadamente 3 millones de muertes al año en todo el mundo. Pero la evidencia muestra que existe una alarmante falta de conocimiento de que el tabaco es un riesgo importante para afecciones como el accidente cerebrovascular (ACV) y el ataque cardíaco. En muchos países, esta baja conciencia es sustancial.
La doctora Carissa Etienne, Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), llamó a los gobiernos a implementar urgentemente las medidas establecidas en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT). “Mayores impuestos al tabaco, prohibiciones de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco, ambientes libres de humo en todos los lugares públicos y de trabajo, y advertencias sanitarias grandes y gráficas en los paquetes de tabaco pueden ayudar a mejorar la salud y salvar vidas”, aseveró.
El mundo está lejos de alcanzar la meta de reducción del tabaco, excepto por la Región de las Américas. El Informe Global sobre la Prevalencia del Consumo de Tabaco de la OMS, muestra que el tabaco mata a más de 7 millones de personas cada año, a pesar de la reducción constante del consumo de tabaco. El documento señala que el objetivo de una reducción del 30% en el consumo de tabaco para 2025 entre personas de 15 años o más no está en camino de alcanzarse a nivel mundial, con el ritmo actual de declive que indica una reducción del 22%. La Región de las Américas es la única excepción; las proyecciones actuales indican que el objetivo se alcanzará para 2025.
En la región de las Américas, el tabaco es responsable de 900.000 muertes por año, incluidas 72.000 muertes prematuras causadas por la exposición a su humo, y están asociadas con el 11% de las muertes causadas por ECV. El CMCT de la OMS, que entró en vigor en 2005, insta a sus Partes a tomar varias medidas para reducir la demanda y el suministro de productos de tabaco. Estas intervenciones incluyen proteger a las personas de la exposición al humo del tabaco; prohibir su publicidad, promoción y patrocinio; prohibir las ventas a menores de edad; requerir advertencias sanitarias en los envases de tabaco; promover su abandono y aumentar los impuestos. “Hay pruebas contundentes de los países que han implementado medidas de reducción del tabaquismo, que los resultados se pueden ver rápidamente”, indicó la doctora Adriana Blanco, Jefa de la Unidad de Factores de Riesgo y Nutrición del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS. “No hay que esperar diez años para ver el impacto en la salud de la población, especialmente en relación con las enfermedades cardiovasculares. Por eso es tan importante que los países aceleren la implementación del CMCT”.