Hoy, martes 11 de abril, se conmemoran 30 años de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en Buenos Aires, Argentina, la primera JMJ realizada fuera de Roma.
Fue también la primera y única vez que un Papa celebró el Domingo de Ramos fuera de Roma. Ante una multitud estimada en un millón de personas, el papa Juan Pablo II –hoy santo- presidió la celebración en la avenida 9 de Julio, frente al Obelisco, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
El sábado 11 de abril, el Papa fue recibido por fuegos artificiales y el ondear de miles de pañuelos y banderas mientras recorría la avenida saludando a los jóvenes presentes para compartir una vigilia con el lema “Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en Él”. En el palco lo esperaba el cardenal argentino Eduardo Francisco Pironio, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, quien -inspirado por el Jubileo Internacional de la Juventud que se había realizado, en Roma, en 1984- le había sugerido a Juan Pablo II organizar encuentros internacionales para profundizar y acompañar la fe de los jóvenes.
“Queremos que este encuentro sea un momento privilegiado de evangelización, de esa ‘nueva evangelización’ que usted siempre nos propone como ‘síntesis creativa entre la fe y la vida. Evangelización ‘nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión’, para unos tiempos nuevos y cambiados”, expresó el cardenal Pironio.
“Que sea un compromiso para construir la nueva sociedad del tercer milenio: centrada en la digindad del hombre, que es imagen de Dios y ‘primero y fundamental camino de la Iglesia’; sociedad basada en los valores esenciales de la verdad y la justica, la libertad y la vida, el amor y la paz”, pidió en su mensaje de bienvenida al Santo Padre.
El papa Juan Pablo II toma mate con los jóvenes
A continuación, dos jóvenes –Gustavo Mangisch y Cecilia Capra- agradecieron al Papa en nombre de la juventud argentina por convocar la Jornada Mundial de la Juventud y le ofrecieron un mate. “Esta es la bebida tradicional que se ofrece cuando un amigo viene a casa, que es fiel compañero en confidencias y sueños, de las manos que son amigas… Desde ahora, querido amigo, le decimos: Junto con los jóvenes de América Latina y del mundo aceptamos el desafío de construir desde los valores del Evangelio, una patria de hermanos al servicio de un mundo donde reine la civilización del amor”, le dijeron.
El diálogo con el Papa se desarrolló sobre tres temas: los problemas de la Argentina, los del continente latinoamericano y los mundiales. Cada uno de los tres fragmentos de discurso del Papa fue precedido por una representación escénica.
El himno y logo del encuentro
Los himnos de las JMJ invitan a los jóvenes a reflexionar sobre los puntos claves del Evangelio que el Papa quiere resaltar en el encuentro.
En 1987 en Buenos Aires un millón de personas fueron llamadas por Juan Pablo II a contribuir activamente a la construcción de una sociedad mejor. El himno de esa JMJ se llamó “Un nuevo sol” y su letra resalta el amor como el único camino para construir una nueva civilización. Fue compuesto por Alberto Croce y Eugenio Perpetua.
Fuente: AICA
