Promueve la iniciativa el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen de la Iglesia católica. Las actividades comenzaron ayer y durarán hasta el 25 de este mes.
Con el propósito de promover, proteger y apoyar la cultura y los derechos de los pueblos indígenas, del 19 al 25 de abril se celebra en la Argentina la Semana de los Pueblos Indígenas. La iniciativa es promovida por el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa).
La Semana de los Pueblos Indígenas surge como un espacio de reflexión y expresión de la situación en que viven estos pueblos, bajo lemas que expresan sus distintas necesidades buscando propiciar un cambio de mentalidad en la sociedad nacional, que el Estado Argentino se reconozca como un país multiétnico y pluricultural, y brindar al aborigen un lugar más activo en la historia, más relevancia y visibilidad en la sociedad, ya que hasta el día de hoy sigue muy arraigada la discriminación hacia ellos.
La historia de esta iniciativa comienza en 1940, cuando un 19 de abril se realizó en Pátzcuaro (México) el primer Congreso Indigenista Interamericano, integrado por organizaciones de diversos países de América. En él participaron indígenas representantes de poblaciones autóctonas que plantearon por primera vez, como actores, su situación social, económica y cultural.
Desde ese año, la fecha se instauró como Día Panamericano del Indio. La Argentina adhirió a esta celebración en 1945, mediante el decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 7550. En 1984, las organizaciones católicas de América Latina que defienden los derechos indígenas decidieron extender esta celebración a una semana, ya que un solo día dedicado a la realidad indígena pasaba inadvertido para la sociedad.
Con este fin, y a partir de ese año, el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen promovió en la Argentina la “Semana del Aborigen”, del 19 al 25 de abril de cada año. A partir de 1992, en medio de las polémicas suscitadas por los 500 años de la llegada europea al continente, esa fecha pasó a denominarse Semana de los Pueblos Indígenas.
San Juan Pablo II manifestó que América Latina es el continente de la ESPERANZA. Llego un momento que referentes apostólicos se preguntaron “Donde quedo esta profecía” y el Papa Francisco encontró la punta del ovillo. La esperanza solo puede nacer de la restitución de la dignidad a los Pueblos Originarios. La cosmovisión de estos pueblos tiene una característica inconfundible “CONTEMPLAR AL CREADOR A TRAVÉS DE LA CREACIÓN ENTERA”. Para esos pueblos la naturaleza no es una mercancía, sus parámetros no son los nuestros, no son estrictamente racionalistas, en sus culturas subyace un profundo sentido de intuición y comunión con el cosmos. Por querer imponer el pensamiento occidental a ultranza hemos perdido una cosmovisión que debe ser rescatada en salvaguarda de la integridad planetaria.