Sarah Everard: evocación de una joven mujer que inspira un movimiento

Sarah Everard: evocación de una joven mujer que inspira un movimiento

Sarah nació en Surrey en 1987. Cursó estudios de geografía en la universidad inglesa de Durham. Tuvo un año difícil en 2020: una larga relación se desmoronó y perdió su empleo en abril de 2020, cuando su empleador Start Desgin tuvo que reducir personal.

Pese a todo se mantuvo positiva y activa: participaba en clases de gimnasia en línea y apoyaba a sus amigos que pasaban por momentos complejos. El 10 de febrero de 2021 se había incorporado a Flipside Group, una empresa de desarrolladores digitales con sede en Londres. Había comenzando un nuevo romance y tenía ganas de volver a viajar, de ver a su familia en York, en el norte de Inglaterra. 

Cuando no volvió a su casa, la noche del miércoles 3 de marzo, se intuyó que algo no andaba bien: había llamado por teléfono a su nueva pareja cuando volvía caminando de la casa de una amiga, cerca de las 21:30 y luego desapareció.

El martes 9 de marzo, el oficial en servicio del Servicio de Policía Metropolitana, Wayne Couzens, fue arrestado en Kent, localidad del sudeste de Inglaterra. Fue acusado de secuestrar y asesinar a Sarah. 
La noche del miércoles 10 de marzo los detectives que la buscaban encontraron un cadáver en los bosque de Kent. 

El viernes 12 de marzo, la policía confirmó que el cuerpo era el de Sarah.
Desde entonces, su nombre se convirtió en un grito de guerra para un amplio movimiento de lucha contra la violencia generalizada y prolongada que afecta a las mujeres en Gran Bretaña, un símbolo de todas las que han sido atacadas.

María Laura Avignolo, integrante de las Corresponsales en Línea, conversó con la socióloga Fiona Macaulay, estudiosa de las agresiones contra las mujeres, y femicidios: quien remarcó “dos mujeres por semana mueren asesinadas, y esta cifra no ha disminuido durante las últimas dos décadas”.  

Scotland Yard, una institución desacreditada

La noticia de la desaparición de Everard se difundió rápidamente en internet, primero entre amigos y familiares, una red que se extendía desde su ciudad natal, cerca de York, hasta los amigos de sus años universitarios y colegas en Londres. Se preocuparon entre todos @CenLineapor y amplificaron las peticiones de información. 

Al conocerse la noticia de que un agente de policía había sido detenido por su muerte, los mensajes se convirtieron en tributos, y su historia pasó de ser un dolor personal a un ajuste de cuentas nacional. Mientras las flores se amontonan en el quiosco de música de Clapham Common, en el sur de Londres, cerca del lugar donde desapareció, y los manifestantes levantan silenciosamente los puños frente a los edificios del gobierno en recuerdo de Everard, las personas más cercanas a ella siguen intentando dar sentido a los acontecimientos. 

Una multitud se reunió en Londres para protestar por la violencia contra las mujeres tras el asesinato de Everard. La actuación de la policía el sábado 13 fue por demás violenta, justamente cuando se pedía justicia frente al accionar del uniformado acusado. 

La concentración fue duramente reprimida por la Policía, lo que levantó gran indignación sobre Scotland Yard, pidiéndose la destitución de la comisaria principal de policía, Cressida Dick.

A pesar de la dura reacción ante la vigilia, las protestas y concentraciones en honor a Sarah se han sucedido en diversas localidades del Reino Unido, pidiendo mayores medidas de protección para las mujeres, así como la necesidad de depurar responsabilidades por la dura intervención policial.

El  caso coincide con la votación que se discute en el Parlamento: la “Ley de Policía, Criminalidad, Sentencias y Tribunales”, que en principio iba a ser aprobada, contiene medidas para endurecer las sentencias relacionadas con las violaciones y otros delitos sexuales, así como dificulta que las penas de los condenados por estos crímenes puedan ser acortadas.

A su vez, el proyecto contempla otorgar mayores poderes a la Policía durante las protestas y manifestaciones. Los agentes podrían, por ejemplo, imponer una hora de inicio y finalización a las concentraciones, así como establecer “límites de ruido”. Las consecuencias para los manifestantes pasarían por multas de alrededor de 3.000 euros, aunque podrían llegar incluso a penas de hasta diez años de cárcel.

Las protestas y movilizaciones acontecidas en tributo a Sarah, podrían haber paralizado la aprobación de esta legislación, tal como asegura el diputado laborista Peter Kyle. En un principio, la oposición laborista había planeado abstenerse, pero el impacto social causado por los enfrentamientos en la vigilia ha provocado el voto en contra de esta normativa.

Frutos

El movimiento, que lleva el lema “Reclamemos estas calles”, celebra el aplazamiento de esta ley. “La pasada semana ha demostrado que las protestas funcionan. Es por esto por lo que quieren prohibirlas, y es por lo que estamos luchando”, aseguraron sus portavoces.

La injusticia y los femicidios no conocen barreras. Suceden en todos los puntos del planeta. Es tiempo de proteger los derechos y defender la vida de las personas.

Fuentes: https://conandaily.com/2021/03/12/sarah-everard-biography-13-things-about-marketing-executive-from-london-england/
https://www.nytimes.com/es/2021/03/17/espanol/sarah-everard-muerte.html

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