Con su particular estilo, el autor nos ofrece una reflexión pascual, fruto de una experiencia doméstica y cotidiana.
Porque el festejo de haber vencido a la muerte no ha de reducirse a un par de días, sino que hasta el domingo 9 de junio permaneceremos en el tiempo Pascual. Es un detalle técnico, pero vale la pena recalcarlo. Siempre el calendario nos depara sorpresas, previstas largo tiempo ha. A Dios gracias, literalmente.
En esta Santa Semana teníamos previsto un derrotero rumbo a las sierras cordobesas. Súbitamente, la rotura de un caño, más una serie de desventuras domésticas, nos llevaron a cancelar el viaje, para volver a estar en obra en el departamento. La vida nos pone a prueba constantemente. De ese modo, pudimos estar algo más conectados al espíritu introspectivo de la Pascua y celebratorio del Domingo.
Fuimos a misa el domingo de Gloria a las 18:30 hs., la rezó un curita, canoso, cincuentón. Con quien suelo engancharme porque sus homilías son elaboradas. Las dice en un tono radiabile, con colores, inflexiones, pausas, etc. Este domingo, se centró en la luminosa figura de Vincent Van Gogh, refiriéndose a sendos filmes “El loco del pelo rojo” de Vincent Minnelli (1967), y la reciente “En la puerta de la Eternidad” de Julian Schnabel (2018). Increíble como el curita usó el laburo de este pintor decimonónico para rescatar su vida interior a partir de su obra luminosa, pese a su vida. Me dejó de a pie con su interpelación, uniéndola a una Pascua bien Florida (literal y pictóricamente).
Ahora que voy a Tata Google veo que el buen Sócrates nos lo anticipó: Solo sé que no sé nada. Pero a Dios gracias, me admiro de tantos sabios que nos dejan tremendo legado y barrunto 1254 es un grupo egregio, donde poder compartir esta pequeña gran alegría Pascual. ¡Sea!
PS: Entre el lunes 22 y el miércoles 24 de abril, tendremos la Feria del Libro Patagónica. Si quieren pueden pasar por Sarmiento 1172, de 18 a 21 horas. Ideal para curiosear y conocer la Casa del Chubut.